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Todos los días se ven a niños trabajando y a pesar de que pasan enfrente de las autoridades municipales, estatales y federales, estas no hacen nada para erradicar este grave problema, tal es el caso de estos menores que por necesidad acuden al palacio municipal de Othón P. Blanco para vender chicharrones, pepitas, cacahuates y cocadas y que como ellos hay miles.
En Quintana Roo más de 22 mil niños y jóvenes de entre 5 y 17 años no tuvieron nada que celebrar este 30 abril “Día del Niño” al verse obligados a dedicarse a alguna actividad laboral en el sector terciario, principalmente de ayudantes en comercios.
Son miles de menores de edad que por necesidad de apoyar a la economía familiar se ven forzados a trabajar, aunque lamentablemente una parte solo recibe si al caso un salario mínimo, mientras que la mayoría no cobra nada a pesar de realizar diversas actividades por varias horas al día, reveló El delegado federal de la Secretaría de Trabajo y Previsión Social (STyPS), Enoel Isaías Pérez Cortez.
“Hay un promedio de 22 mil menores que en estos momentos tiene alguna actividad, citar que hace 4 años los números eran mayores, eran casi 45 mil en promedio de entre 5 y 17 años, principalmente en áreas terciarios de servicios y comercio, esto de acuerdo al observatorio laboral”.
El 75% de los 22 mil menores son utilizados para en el área de servicios o comercios, mientras que un 10% en el sector industrial, menos del 10% para actividades de agricultura y ganadería y el resto en otras áreas.
A estas cifras se le suman miles de menores más que están en la informalidad y que por su misma naturaleza es más difícil obtener una estadística real de cuantos niños y jóvenes están en esta situación.
Lo más lamentable es que hay miles más de niños que son explotados laboralmente, en ocasiones por sus propios padres o familiares y que no son enviados a la escuela.
A pesar de ello, las autoridades como la Secretaría de Trabajo y Previsión Social, el Sistema Dif Estatal y municipales, así como las autores de la Fiscalía General del Estado no hacen nada para impedir se continúe con este grave problema a pesar de que diariamente los menores están a la vista de estas autoridades e incluso acuden a estas mismas oficinas.
