Bacalar, Q. Roo, Abril 25 del año 2017.- Ejidatarios de Bacalar, descubrieron el relleno de aproximadamente 10 hectáreas de manglar a orilla de la Laguna de los Siete Colores, donde personas desconocidas están llevando a cabo la construcción de palapas de guano.
Los comuneros llevaron una inspección ocular la semana pasada de manera conjunta con actuarios del Tribunal Agrario en la zona que se encuentra en litigio con el IPAE para que le sea devuelto a ese núcleo ejidal.
Durante su recorrido ingresaron en una zona conocida como «Paraíso Bacalar», que por lo general se encuentra cerrado con una reja de madera y candado. Pero que conduce por la orilla a través de brechas. A pocos metros pudieron observar la gran extensión de manglares que criminalmente rellenaron con material de sascab para ganarle terreno al agua.
Filiberto Buitrón Hernández, presidente del comisariado ejidal quien encabezó el grupo de campesinos, pidió a los representantes del Tribunal Agrario que llevaban a cabo la diligencia, que asienten en el acta la destrucción que están llevando a cabo personas desconocidas en esa zona rica en fauna marina.
Lamentó el daño que le están ocasionando al ecosistema lagunar por la falta de vigilancia, propiciada por un lío legal que no tiene razón de ser, toda vez que han demostrado las veces que se le ha requerido que son legítimos dueños de los nueve polígonos que demandan.
Destacó que aprovechando el problema legal que presenta ese cinturón de tierras de 286 hectáreas que inicia desde el entronque hacia la comunidad de Reforma hasta los límites con el municipio de Othón P. Blanco, muchas personas se encuentran realizando construcciones y otras se están apropiando de los mismos.
Por esa razón el Tribunal Agrario determinó una inspección ocular para suspender cualquier acción de este tipo en la zona en disputa, hasta en tanto no se resuelva de manera definitiva.
No obstante, aprovechando «el río revuelto» y la falta de vigilancia de la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente (Profepa), personas sin escrúpulos siguen devastando los manglares que se encuentran a orillas de la laguna de Bacalar y con ello, gran parte del ecosistema lagunar