Por Julio Cesar Romero Aniceto Integrante del Comité Estatal de Antorcha en Quintana Roo
Queda dicho que las buenas intenciones, compromisos y la buena voluntad de los políticos que son insuficientes para resolver las distintas dificultades que atraviesa la ciudadanía , se necesitan acciones y planes bien elaborados para desarrollar y mejorar la calidad de vida del pueblo y, que al parecer no fue la visión del Gobernador de Quintana Roo Carlos Joaquín González, quien prometió las perlas de Virgen, pues a cinco años de gobierno sus resultados deja mucho que desear, no hay cambios sustanciales por el contrario en la entidad en cinco años aumentó más la miseria y desigualdad social.
Como es de esperarse en entrevistas previas al quinto informe de gobierno, el señor Secretario de Gobierno, Arturo Contreras, mencionó que todo lo realizado hasta el momento, es histórico, incluso que las actividades entre los niveles de gobierno han mejorado, pues la forma de trabajo “impulsado” por Carlos Joaquín hace más ameno el desarrollo del Estado.
Pero aquí es donde surge la pregunta ¿cuál es el método de trabajo que utiliza el actual mandatario?, eso ya muchos lo conocen y justamente eso ha retrasado al Estado, un trabajo que solo se concentra en hacer acuerdos para mantener la armonía no es avanzar, es solo postergar acontecimientos que poco a poco irán estallando, que es justamente lo que empieza a ocurrir.
Un claro ejemplo de lo mal que estamos gobernados es que en la entidad no hay ayuda de ningún tipo para los desempleados que son miles, para esas personas no hay oportunidades pese a que el Gobierno se desvive diciendo que ya vamos hacia la senda del progreso, situación que el Movimiento Antorchista ha venido desmintiendo desde hace años pese a los acuerdos el propio Gobernador Carlos Joaquín prometió que atendería, pero de lo cual no se ha visto esfuerzo por cumplir los compromisos.
Es evidente el actuar del mandatario estatal, del manejo político que le da a quienes esperaban en el solución a muchos problemas y si en verdad el gobierno se dice honesto y trabajador tiene un año para corregir su postura de lo contrario se dirá que fue mentira lo que dijo que Quintana Roo sería un estado diferente y vaya que por cualquier lado donde uno volteé a ver, no se ve ni se percibe cambio alguno. Es por ello que el Movimiento Antorchista al no encontrar voluntad y a ver agotado los canales de gestión por parte de Joaquín González, la organización social que aglutina a 35 mil familias en toda la entidad exigirán con marchas y un plantón permanente si fuera necesario el próximo 28 de septiembre y la lucha no se detendrá hasta que el mandatario le cumpla a los antorchistas y a la ciudadanía en general a quienes prometió resolver sus demandas más sentidas.
No es un capricho de los antorchistas pues las demandas que se exigen son legítimas y tan solo son un ejemplo de la gran necesidad que hay en el estado, un referente del mal trabajo estatal es el aumento de la pobreza que paso de 30.2 por ciento a 47.5 por ciento (CONEVAL) en los últimos dos años y para lo cual nada se ha implementado para contener este alarmante problema.
Teniendo en cuenta la crisis económica imperante en la entidad, las demandas solicitadas son para todas esas personas que viven en la pobreza, desempleo y otros males, por ello miles de campesinos demandan insumos agrícolas que de manera autónoma no pueden solventar el gasto de trabajar sus tierras, apoyo de maíz de consumo y de semilla, en la zona urbana urge la pavimentación de accesos a colonias populares en Chetumal y Bacalar, contratación de maestros de educación básica y la construcción de sus aulas con materiales que aseguren el bienestar de los estudiantes de Chetumal, el comodato del albergue estudiantil “Felipe Carrillo Puerto”, la regularización de colonias marginadas y brindarles los servicios básicos.
El antorchismo sostiene que las demandas que solicitan son legítimas y totalmente posibles de solventar, pero pareciera que al mandatario le importa otras cosas menos velar por los intereses de la gente que lo llevó al poder pues se ha negado a escucharlos, cosa que muy seguramente les cobrara factura en las elecciones de 2022 a la gubernatura por lo que, si Carlos Joaquín y allegados no quieren salir del cargo como unos incompetentes, aún tienen un año para por lo menos retirarse como los que trataron de reivindicarse. A tiempo.