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Chetumal, Quintana Roo.- “Un pobre nivel de redacción atenta contra los objetivos de progreso que una persona puede llegar a tener; el saber expresarse, pero a la vez saber escribir potencializa el poder de las palabras y abre las puertas a nuevas oportunidades, permite expresar correctamente las ideas y con ello lograr un adecuado entendimiento”, ese fue el objetivo del taller de redacción periodística que el Movimiento Antorchista de Quintana Roo impartió a sus integrantes.
El inmueble del albergue estudiantil “Felipe Carrillo Puerto”, dio cabida a Antorchistas de diversas partes de la entidad, así como a los propios moradores de esa posada, deseosos de tomar el taller de redacción que fue impartido por Isaías Góngora González, integrante del Comité Estatal de Antorcha, quien expresó que lo ideal es que el individuo se exprese de manera correcta, tanto de forma oral como de manera escrita, para comunicarse de manera adecuada y darse entender.
“Lo esencial de la redacción periodística –agregó Góngora González–, es que a través del manejo adecuado de los géneros el individuo pueda externar y dar a conocer la verdad, a su manera, de las cosas que ocurren en su entorno”.
En estos tiempos, donde las autoridades ignoran a sus gobernados, es vital que los ciudadanos aprovechen las oportunidades que brindan las redes sociales y denuncien, adecuadamente, con una redacción exacta de las cosas, con sus opiniones, las carencias que el pueblo enfrenta.
El periodismo, con sus géneros de nota informativa, reportaje, crónica, artículo de fondo, editoriales e incluso la caricatura, son formas de expresar el diario acontecer, pero hay que conocer la correcta forma de escribirlos, de ahí que el Movimiento Antorchista imparta el taller para formar a personas que ayuden a la ciudadanía informarse.
Se pudo especial énfasis en el derecho que otorga la Constitución a la libre expresión de las ideas y de la importancia del periodismo, aunque también se señaló que es una de las profesiones con mayor riesgo en el país toda vez que los profesionales en la material sufren de amenazas y atentados contra sus vidas, materia en la que el gobierno federal queda a deber pues no hay protección efectiva en favor de los comunicadores.
