
Por Jorge Arguelles
Bacalar, Q. Roo. – En medio de la polémica surgida en redes sociales y medios digitales sobre la supuesta existencia de una “zona de exterminio” en las inmediaciones de Bacalar, el comandante de la 34ª Zona Militar, con sede en Chetumal, Fidel Mondragon Rivero, negó categóricamente que haya indicios o evidencia de tal situación.
Fue claro en señalar que en el último operativo en conjunto con la Fiscalía General del Estado de Quintana Roo en comunidades de Balacar no se encontraron fosas clandestinas.
«No hay tal cosa, e atendió una petición de la Fiscalía, acompañamos con presencia de seguridad, pero no se encontró ninguna evidencia que sustente esas versiones. A veces se habla un poco de más, con todo respeto», señaló el mando castrense al ser cuestionado por medios de comunicación.
Las versiones que circularon en redes sociales generaron incertidumbre entre habitantes de la región, aludiendo a supuestas fosas o restos humanos. Sin embargo, el comandante aclaró que en el operativo realizado recientemente solo se hallaron “objetos tirados”, como celulares, pero ningún indicio que confirmara la existencia de un sitio relacionado con actividades criminales de ese tipo.
En otro tema que ha generado debate y preocupación entre ambientalistas y ciudadanos, el comandante abordó la polémica en torno a la construcción de una casa de descanso militar a la orilla de la Laguna de Bacalar, la cual enfrenta una suspensión judicial parcial debido a señalamientos de daño ambiental.
«No es un cuartel, no es un edificio de gran tamaño. Es una pequeña casa de una sola planta para soldados, cabos y sargentos con desempeño ejemplar, que buscan un espacio de descanso y estabilidad emocional con sus familias. No se les cobra, es un beneficio que reconoce su labor», explicó el mando militar.
A pesar de que existen denuncias formales por presunto relleno ilegal en la zona de humedales, el comandante aseguró que la obra cuenta con estudios de impacto ambiental y que se está atendiendo todo el proceso legal con transparencia.
Destacó además que los ingenieros militares actúan «siempre apegados a la norma», y negó rotundamente que haya afectación directa al ecosistema.
«Nunca se ha hecho un trabajo fuera de norma o que afecte al ecosistema. Toda obra se revisa, se regula y se atiende conforme a derecho», afirmó.
Por otro lado, en cuanto a la posibilidad de que algún ciudadano sufra abuso o trato indebido por parte de elementos del Ejército Mexicano, el comandante fue enfático: no se toleran excesos ni actos que manchen la imagen institucional.
«Hay cero tolerancia. Cualquier persona puede denunciar por todos los medios: internet, directamente en nuestras instalaciones, o a través de los canales oficiales de la Secretaría de la Defensa Nacional. Toda denuncia se atiende», aseguró.
Recalcó que los elementos de las Fuerzas Armadas reciben entrenamiento con el objetivo de convertirse en «personas buenas, comprometidas con el respeto y la disciplina», y que cualquier acto que dañe la imagen institucional o la relación con la sociedad civil será sancionado.