El director del Servicio de Emergencia 9-1-1 y Denuncia Anónima 089 de la Secretaría de Seguridad Pública, Josué Roberto Reséndiz Quiroga, reconoció que el número de llamadas de extorción en Quintana Roo no han podido disminuir a pesar de las acciones para combatir este delito.
Reveló que actualmente se registran un promedio de 250 llamadas de este tipo, de las cuales solo cuatro son considerados como reales, pues los denunciantes pagaron entre cinco mil y hasta 50 mil pesos a los delincuentes, siendo las ciudades de Playa del Carmen y Cancún, los lugares preferidos de los extorsionadores.
“Las de llamadas extorción entran al 089 como denuncia anomia, se han mantenido, no han bajado ni subidos, teneos de 3 a 4 llamadas por mes reales, que son donde la gente ya deposita cierta cantidad y esto se da mayormente en Playa del Carmen y Cancún, en Chetumal, Othón P. Blanco y Bacalar, todavía no tenemos, se dan extorciones pero no llega al depósito y quedan como tentativa de extorción”.
Sin embargo también conformó que en lo que va del año se han registrado tres autosecuestros, en donde los propios hijos han sido los autores intelectuales en un intento de cobrar miles de pesos a través de la extorción.
“Hay caso en donde los hijos le dicen a sus amigos que les llamen a su papas y ellos apagan sus teléfonos para que no los encuentren, ha habido dos o tres casos en donde jóvenes de secundaria ha hecho este tipo de cosas, normalmente por rebeldía por problemas familiares”.
En Chetumal se registran un promedio de 40 llamadas de extorción, sin embargo solo una mínima parte ha accedido, ya que la mayoría de la población esta consiente del modo en que operan estos delincuentes.
Dijo que tienen una lista de todos los números que han sido reportados en estos delitos, los cuales en su mayoría proviene de los centros penitenciarios de Jalisco, Veracruz, Oaxaca y Guerrero, aunque también se han registrado caso de números locales.
Los empresarios y gente adineradas son los principales víctimas, aunque también la ciudadanía en general puesto que muchos realizan llamadas al azar.
Señaló que al igual existen las cifras negras, es decir de las víctimas que no denuncian estos hechos, ya sea por conocer que son falsas o por temor a las amenazas de las que son objeto.