Por Manuel Tabla Díaz.
Integrante del Seccional Chetumal del estado de Quintana Roo
Sabido es que aquellos que tienen como hábito ser peleoneros terminan recibiendo una paliza. Es imposible ir por la vida provocando conflictos y salir impune. Por fuerza, alguien te va a reclamar y el reclamo será conforme al nivel de la provocación y al tamaño del ofendido.
Isaac Newton, formula en su tercera ley, en la que asegura que “a cada acción, viene una reacción de igual fuerza, pero en sentido contrario”. Lo mismo pasa en la vida cotidiana, esperar lo otra cosa es ignorancia o estupidez. Cualquiera con dos dedos de frente –y para eso no se necesita haber cumplido la mayoría de edad– puede entender, comprender y aceptar esta constante de la vida.
En los últimos días hemos visto un México encrispado, producto de los constantes yerros de un gobierno federal que entre ocurrencias, tonteras y gazapos ha visto pasar ya los primeros seis meses de un gobierno para el olvido. A todo esto y, por si fuera poco, tenemos que agregarle la confrontación directa, que, sin ambages, el presidente Obrador ha acometido contra todos aquellos que no están de “su lado”.
Contra ellos, toda la fuerza del Estado, no importa si son periodistas o sus lectores, si son vendedores ambulantes o compradores, si son políticos o votantes, si son empresarios o trabajadores, si son académicos o estudiantes. Todo el aparato, todo, contra todos ellos. ¿La razón? No formar parte de las huestes morenistas. Nunca como ahora, un presidente había atacado a una población por disentir con su postura, hasta ahora todos se habían mantenido al margen, pero eso sí, al alba para evitar cualquier madruguete.
Pero ahora, más que alerta, el Presidente está al ataque y su blanco favorito son los más pobres entre los pobres. Me explico. Desde el inicio de la actual administración se han eliminado 18 programas sociales que servían para mitigar la garantiza la pobreza y la pobreza extrema en ciertos sectores de la población. Pero no solo eso, ahora programas importantísimos como el Seguro Popular, PROSPERA, y el recruso para la dotación de retrovirales para personas que necesitan tratamiento contra el SIDA, han sido cancelados, borrados totalmente del mapa.
Entre la población vulnerable, las más dañadas son las muejres, a quienes se les ha quitado la prueba del TAMIZ neonatal, los apoyos para las guarderías, comedores comunitarios y para adultos mayores. Los trabajadores estamos igual, no hay más empleo temporal, atención a jornaleros agrícolas, secretaría de salud, prevención de riesgos, apoyo a la vivienda, etc.
No conforme con eliminar estos programas, el actual Gobierno Federal se ha ensañado contra las organizaciones sociales y se ha propuesto acallar la voz y su participación en la vida pública y política del país, impidiéndoles representar a sectores sociales y ser la vía para solicitar y presionar al gobierno para que destine recursos y obras a los sectores más pobres y vulnerables del México. Pero estas organizaciones que son el vínculo entre gobierno y sociedad.
Es más que evidente que las acciones emprendidas por el presidente, tiene un destinatario favorito, “La Antorcha Mundial”. El Movimiento Antorchista, que no “Antorcha Mundial”, es un espacio ciudadan dónde sólo tienen cabida las y los ciudadanos comprometidos con las más nobles causas. No es nuestro deseo la confrontación, pero si nos buscan nos encuentran. Así, los antorchistas, cansados de una ininterrumpida campaña de denostación, mentira, maldad, saña y encono, decidimos alzar la voz para desmentir al provocador, que un día sí y otro también, se ha dedicado a falsear la realidad sobre quiénes somos y a qué nos dedicamos. Ahora, con respeto, pero con firmeza, los antorchistas alzamos la voz y aclaramos que lo dicho hasta ahora por el presidente es falso, que nosotros no no queremos moches, cochupos o tranzas y que nunca lo hemos hecho.
Así, donde el provocador alce la voz de manera calumniosa, tendrá una respuesta certera; donde difame, será desmentido; donde acierte, será respaldado. A donde quiera que vaya, desde las ciudades hasta la más alejada rancherías, desde las costas hasta los desiertos, en cualquier lugar y en cualquier rincón del país, estaremos presentes. Y será por una razón, Antorcha Campesina tiene y mantiene presencia en sus 32 entidades federativas, contamos con presencia en todo el país, en todo. Adonde quiera que vaya, que volteé, que camine o que sobrevuele, ahí estaremos para decir la verdad sobre lo que somos.
Recuerdo a mi padre, cuándo de niño, me llevaba de camino al colegio y me decía; “no busques problemas, no te metas con nadie, pero si te pegan, no te dejes, que sepan que contigo no deben meterse”. Hoy, más que nunca resuenan en mis oídos aquella voz que me enseñó que el respeto se gana y se exige, pero no como lo intenta López Obrador, que se arrodiña ante Trump pero golpea a sus paisanos.
Allá, con aquel se achica, se pandea y llama a la amistad. Aquí, con nosotros, con los luchadores sociales, se engrandece, tal como fanfarrón de cantina. No primo hermano, adonde quiera que vaya y nos ataque con sus mentiras, los antorchistas diremos la verdad. Con respeto, pero con firmeza.