Por Daniel Osorio García
Al llegar el Ing. Juan Carlos Poot Uh, como nuevo comisario de Calderitas en el periodo 2019-2022 el comisariado se radicalizó, desconocieron todos los avances obtenidos en la anterior administración ejidal y no sólo eso, pasaron de las amenazas veladas que solían hacer los anteriores comisarios a implementar toda una campaña de ataque y desprestigio contra los líderes antorchistas, valiéndose y respaldándose de los ataques y agresiones que inició el Presidente de la República en contra del antorchismo nacional.
En poco tiempo nos vimos envueltos en una serie de agresiones verbales y físicas contra algunos activistas y una guerra mediática contra los principales líderes antorchistas, echando mano, como se da en estos casos, de “periodistas” de marras y mercenarios de la comunicación. Utilizando sus rollos huecos y sin sentido: “los antorchistas son invasores”, “líderes corruptos”, “han cobrado miles de pesos a los colonos” entre otras lindezas. Por su puesto que todo esto sin pruebas, sólo un golpeteo mediático.
Para la colonia, las amenazas eran de todo tipo: amenazaron con cerrar el camino de acceso, intimidaciones de desalojo contra todos los habitantes, destrucción de viviendas con maquinaria pesada y una sarta de amenazas legales para obligar a los colonos a “tratar” con el Comisariado sin “intermediarios”. No querían que Antorcha encabezara el proceso de regularización de la colonia, pasándose por el arco del triunfo los acuerdos tomados anteriormente con la asamblea ejidal y los dirigentes antorchistas que son los representantes de la colonia en comento.
Impulsaron reuniones “clandestinas” con algunos colonos disidentes que ¡hasta en las mejores familias se da! Con la clara idea de apoderarse de la colonia y de allí “hacer valer su autoridad” como “dueños legítimos” de las tierras. Juan Carlos Poot utilizó todos los medios a su alcance para someter a los líderes y colonos para que hicieran lo que ellos creían que era lo mejor, pero no le resultó, porque sólo veía sus intereses personales y de su grupo, no los de todos los ejidatarios, ni mucho menos le importaban los problemas ni los intereses de los colonos que por años han luchado por un pedacito de patria y que ahora se ve amenazada.
La “estrategia” montada por Juan Carlos y compañía, lejos de tener éxito, sólo fue una raya más a la mala reputación que le han venido creando los malos comisarios al ejido Calderitas. Se topó de frente con una colonia unida, organizada, que conoce sus derechos, que ha luchado y trabajado desde su nacimiento y los resultados están a la vista de todos.
Por lo que no le quedó de otra más que buscar la conciliación con los representantes de la colonia y validar el acuerdo tomado algunos años atrás entre el ejido y los líderes de la colonia; el cual, consiste en la desincorporación del ejido del polígono ocupado por el asentamiento antorchista, mediante una asamblea dura o de formalidades especiales, a cambio de una aportación económica como indemnización al ejido, recurso que nunca nos hemos negado a dar. La desincorporación permitirá a los colonos obtener sus títulos individuales a través del Registro Agrario Nacional (RAN) y, por lo tanto, continuar con los trámites para que la colonia sea reconocida por el municipio como “regular” y se pueda invertir en obras y servicios.
Desafortunadamente se perdió mucho tiempo al inicio de la gestión de Poot Uh, al final, nada se pudo concretar porque las autoridades sanitarias no permitieron reuniones masivas debido a que estábamos inmersos en la pandemia generada por la Covid-19. Seguro estoy que, si Juan Carlos Poot le hubiera dado seguimiento en tiempo y forma a los acuerdos, hubiera tenido el honor de ser quien pusiera fin a este problema, beneficiando al ejido y a los colonos.
Ahora llega nuevamente Mario Jesús Uh Villanueva como comisario ejidal de Calderitas para el periodo 2022-2025 con un discurso y modus operandis parecidos al anterior comisario. Uh Villanueva, temerario, sin ser comisario en funciones y sin anuencia de la asamblea ejidal, antes de tomar posesión de su cargo se presentó con su equipo y seguidores en la colonia para “informar” que ellos van a regularizar esas tierras bajo “otro esquema” y sin tomar en cuenta –otra vez la burra al trigo– a los líderes antorchistas que son los que tienen bajo su responsabilidad la representación de la colonia.
Uh Villanueva se pudo dar cuenta, –porque ya hizo algunas asambleas públicas y privadas en la colonia– que, si él tampoco respeta el acuerdo original hecho entre el ejido y los representantes de la colonia, tendrá exactamente el mismo resultado que tuvo Juan Carlos Poot al inicio de su gestión. ¡No se puede hacer las cosas iguales y esperar resultados diferentes!
Finalmente, aprovecho este espacio para dirigirme muy respetuosamente a los ejidatarios de Calderitas que en su mayoría son gente noble, trabajadora y con calidad humana para decirles que nosotros los líderes y los colonos de la Mártires Antorchista hemos demostrado en todo momento que estamos abiertos al diálogo y dispuestos a contribuir a que este conflicto termine. Por lo que les solicitamos nos apoyen para que la actual directiva del comisariado retome los acuerdo pactados desde hace varios años y que no sean otros 3 años perdidos para el ejido y para los colonos.
El despacho jurídico contratado, en su momento, por nosotros los antorchistas, para llevar el proceso de regularización de la colonia, ya tiene avances significativos, ya se hizo todo el levantamiento topográfico, los planos individuales, los permisos del municipio y otras dependencias involucradas, los expedientes individuales y el archivo necesario ya está listo para dar salida al problema. Sólo falta que se concrete la reunión de formalidades especiales.
Reitero, los colonos y líderes antorchistas estamos en la mejor disposición de seguir contribuyendo para que de una vez por todas, haya paz y tranquilidad para todos, sólo falta la disposición y la sensibilidad política de los directivos del ejido.