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Chetumal, Quintana Roo.- Los grupos culturales y jóvenes artistas antorchistas deleitaron, en este inicio de semana, al público Chetumaleño, con una muestra del repertorio en declamación, canto, danza y bailes folclóricos, con el cual participarán en la XX Espartaqueada Cultural Nacional que iniciará este fin de semana en el municipio de Tecomatlán, Puebla, del 2 al 10 de febrero del presente año.
Los jóvenes, niños y adultos de origen humilde, pues son habitantes de colonias populares y comunidades rurales del municipio de Othón P. Blanco y otros municipios del estado, deleitaron al público asistente y mostraron los excelentes resultados obtenidos hasta el momento, después de varios meses de trabajo.
A pesar de no contar con el apoyo presupuestal del gobierno municipal, estatal y federal para cubrir algunos de los muchos gastos que se han realizado para dotar a estos grupos de vestuario, instrumentos, equipo de sonido, calzado, escenografía, etc., estos jóvenes mostraron el resultado del trabajo y actividades económicas (colectas, rifas, ventas de antojitos, etc., que han realizado durante todos estos meses para poder contar con lo necesario para poder participar en el mencionado evento cultural nacional arriba citado.
Varios de los asistentes a esta verbena cultural se mostraron muy sorprendidos y satisfechos por la calidad artística que estos jóvenes han alcanzado en estos meses de preparación.
Al respecto, la señora Lilia Loría Tun, madre de familia de uno de los elementos más jóvenes del Grupo de Danza Folclórica del Movimiento Antorchista de Quintana Roo, proveniente de una de las colonias irregulares de Cancún (El Fortín), que fue desalojada con la fuerza pública, hace más de un año, comentó que ahora sus hijos son moradores del Albergue Estudiantil “Felipe Carrillo Puerto”, que a uno de ellos le fascina y practica el fútbol en una de las ligas municipales de Chetumal y el otro, el más pequeño, le encanta jugar ajedrez y la danza y baile folclórico, actividades que realizan después de acudir a clases de nivel bachillerato y secundaria, respectivamente.
“Al principio, tenía muchas dudas y temores de dejarlos ir a vivir al Albergue Estudiantil, porque nunca nos habíamos alejado tanto, pero ahora al ver que mis hijos son más autosuficientes, más responsables y más emprendedores, la verdad estoy muy contenta de que participen en todas estas actividades y me siento muy contenta de ver a mis hijos progresar, a pesar de los grandes problemas económicos y familiares por los que hemos pasado; me siento muy orgullosa de ver bailar tan lindo a mi hijo Juan Pablo y de las grandes habilidades futbolísticas que está adquiriendo el mayor de mis hijos, Leonardo», comentó.
