Orlando Xolalpa Sánchez, el Chivo, exigió una disculpa pública al comisionado Nacional de Seguridad, Renato Sales, por haberlo presentado como uno de los presuntos responsables del ataque a una familia, la madrugada del pasado 2 de mayo, en el kilómetro 94 de la autopista México-Puebla.
A cinco días de haber abandonado el penal de San Miguel –localizado en la capital del estado– por falta de pruebas que lo vincularan en el homicidio de un bebé de dos años de edad y en la violación de dos mujeres, el hombre ofreció una conferencia de prensa para anunciar una contrademanda por daño moral.
«Se burlaban. Me decían que me iban a quitar de sufrir, que dónde quería yo el balazo. Si en la cabeza o dónde», dijo al tiempo que acusó a policías federales, de presuntamente haberle sembrado armas y drogas para inculparlo.
Aseguró ser un campesino «muy querido» en su comunidad, Santa María Moyotzingo, perteneciente al municipio de San Martín Texmelucan, aunque HuffPost corroboró que su familia es temida en la zona, pues hay vecinos que los señalan como asaltantes.
Xolalpa Sánchez fue cuestionado sobre si cree que por el hecho que dos de sus hermanos, entre ellos el Japonés – quien se ha fugado en al menos cinco ocasiones del penal de Huejotzingo, Puebla. Fue recapturado el 11 de diciembre del 2016– es que lo vincularon a dicho delito, únicamente comentó que cada quien debe de responder por sus actos.
El Chivo abandonó el penal el jueves pasado a casi un mes que Renato Sales asegurara que había participado en el ultraje a dicha familia junto con sus otros hermanos.
La teoría del comisionado Nacional de Seguridad, incluso había sido refutada por el fiscal local, Víctor Carrancá Bourget, a finales de mayo pasado cuando presentó los resultados de su propia investigación en la que no figuraba Xolalpa.
En esa ocasión, dijo que fueron integrantes de la banda de los Güeros los que participaron en el homicidio de la menor y la violación de dos mujeres, así como que cinco de siete que están tras las rejas, ya fueron identificados por las víctimas.
A Orlando Xolalpa no se le probó su responsabilidad en el ultraje a la familia, pero enfrenta un proceso por portación de arma de fuego, por lo que cada semana debe acudir ante un juez a firmar.
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