Padece extraña enfermedad genética incurable: Papa y Trump abogan por el menor
Charlie Gard tiene sólo diez meses y morirá en breve.
Al menos así lo decidió la Justicia del Reino Unido, que dio la razón a los médicos del hospital Great Ormond Street, donde está internado Charlie desde que nació.
Este bebé padece extraña enfermedad terminal, el síndrome de deterioro mitocondrial, que no le permite ver oír, moverse, llorar ni tragar sin la asistencia de la máquina.
El mal causa debilidad muscular progresiva y, según los expertos, suele causar la muerte en el primer año de vida.
Sus padres, Chris Gard y Connie Yates, no se dan por vencidos y aunque les dicen que no hay esperanzas, piden llevar al niño a Estados Unidos para un tratamiento experimental.
Ellos rechazan la idea de que su hijo está sufriendo y ya juntaron más de 1.5 millones de dólares en donaciones para sacarlo del país y someterlo a un tratamiento pionero que podría alargar su vida.
Sin embargo, la Justicia ya tiene fecha de desconexión y los papás de Charlie viven horas dramáticas.
La semana pasada, los médicos aprobaron una extensión corta para dar más tiempo a los familiares antes del adiós.
La conmoción en el país es tan grande que la historia de Charlie ya llegó al Vaticano.
El Papa Francisco dio su apoyo a Chris y Connie el domingo 2 de julio.
«El Santo Padre sigue con afección y emoción el caso del pequeño Charlie Gard», indicó el Vaticano en un comunicado.
«Reza por ellos con la esperanza de que su deseo de acompañar y ocuparse de su hijo no sea desdeñado», agregó.
Donald Trump se mostró este lunes de acuerdo con el Sumo Pontífice.
En tuit publicado luego de la catarata de mensajes violentos en contra de los medios de comunicación, el Presidente de Estados Unidos escribió:
«Si podemos ayudar al pequeño #CharlieGard, como nuestros amigos en Gran Bretaña y el Papa, estaremos felices de hacerlo».
El martes pasado, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH) autorizó el fin de la asistencia al bebé, ratificando la decisión de la Justicia británica que ya había autorizado el fin de la ventilación artificial.