Felipe Carrillo Puerto.– El cultivo de granos, especialmente de maíz, ha dejado de ser redituable para los cientos de campesinos que se dedican a la siembra por temporal, toda vez que han dejado de percibir los apoyos necesarios para llevarla a cabo como son los fertilizantes, aunado a las prolongadas sequías o caso contrario por las inundaciones, afirmó Lorenzo Canul Tuz, dirigente del Movimiento Antorchista en la zona Maya de Quintana Roo.
A pesar de que los hombres del campo por años han sabido sacar provecho a la tierra, sembrando y cosechando, hoy enfrentan dificultades para seguir con esa actividad, toda vez que afrontan serias dificultades para acceder a programas de apoyo, para tener los granos y los fertilizantes que han de darle a la tierra para después cosechar.
La cerrazón de los tres órdenes de gobierno cuyos funcionarios manipulan los censos que integran a los campesinos en los programas, ha provocado que la pobreza se agrave en el medio rural, donde los pobladores padecen hambre y miseria, afirmó Canul Tuz.
A pesar de que se tienen datos que el 95 por ciento del cultivo de la entidad es a temporal y que de ahí se recoge el 90 por ciento de la producción de granos, las autoridades cada vez ponen más obstáculos que impiden al labriego poder acceder a los insumos que requieren para obtener buenas cosechas.
Aunado a esta falta de apoyo, también se enfrentan a un incierto cambio climático que ha ocasionado terribles y prolongadas sequías o en caso contrario desbastadoras lluvias que han inundado las milpas y los sembradíos, dejando sin nada a los hombres del campo y sus familias.
Lamentablemente también ocurre que ante estos casos las autoridades han complicado el pago de siniestros o bien la ayuda se oscurece con la desaparición de, por ejemplo, el Fondo de Desastres Naturales que auxiliaba en caso de desastres naturales; “hoy no existe por caprichos presidenciales”, sentenció.
De ahí el llamado para que las autoridades hagan conciencia de la necesidad de apoyar la actividad de siembra de granos, a la que se dedican miles de campesinos y de cuyas familias dependen para subsistir, concluyó Canul Tuz.