Chetumal, Quintana Roo.– La política social de los tres órdenes de gobierno ha fracasado puesto que la pobreza va en aumento de manera imparable, lo que orilla a que menores de edad abandonen sus estudios y se dediquen a alguna actividad para contribuir con el gasto familiar, entorno que en Quintana Roo se agrava y trunca las oportunidades de esos jóvenes, afirmó Yari Ajanel Alejo, presidenta del Albergue Estudiantil Felipe Carrillo Puerto A. C.
Es incomprensible –agregó–, como es que el Gobierno federal se ha dedicado a regalar dinero en una mal llamadas becas a personas que no estudian ni trabajan, cuando miles de otros jóvenes claman por una oportunidad para continuar con su preparación académica y aspirar a mejores niveles de vida en el futuro.
No aceptamos –expuso–, que los gobierno estatal y municipal cierren los ojos a las necesidades de esa juventud, que obligados por la necesidad que padecen sus familias han tenido que desertar del sistema educativo para buscar una fuente de trabajo o de ingresos económicos para ayudar a la subsistencia de sus familias.
La crisis económica que padece Quintana Roo desde el año pasado agravó la cifra de menores que se ven obligados a emplearse, datos que han sido reconocidos por el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), que reveló que el trabajo infantil en Quintana Roo sigue en aumento, pues en 2020, fueron 40 mil de los 403 mil 407 los menores de cinco a 17 años los que ejercen alguna actividad laboral, ya sea remunerada o no.
Según el mismo INEGI, mientras que en 2017 en el Estado la cifra era de 9.4 por ciento, para 2020 ese porcentaje aumentó a 10.2 por ciento, de los 40 mil menores, 5.8 por ciento o sea 23 mil 397 realizan alguna actividad peligrosa.
Para todos es sabido que las condiciones económicas del Estado son completamente negativa, por lo que sin duda el porcentaje de esos menores que trabajan ha aumentado significativamente, dijo.
“Para hacer frente a es negativo entorno de los jóvenes hacemos un llamado a los tres órdenes de gobierno para que emprendan programas de rescate y apoyo a los menores de edad que abandonaron sus estudios o que requieren de apoyos para continuarlos, porque es indigno que en tanto se regala el dinero a los que no lo necesitan, por otro lado se les niegue a los que claman por esa ayuda”, concluyó.