Jayden Fontenot, un niño de 10 años de Sulphur, Lousiana, se convirtió en todo un héroe cuando asistió a su madre, Ashly Moreau, embarazada de 34 semanas, en el parto de su hermano. El nacimiento comenzó de improviso en el cuarto de baño de su casa. Cuando rompió aguas, Ashly se dio cuenta de que el niño venía de nalgas.
Jayden corrió a casa de su abuela, pero esta no pudo ayudarla por estar recién operada de la espalda. Solo pudo llamar a emergencias. Cuando Jayden volvió con su madre le dijo: “Ok, mamá. Dime qué es lo que necesito hacer y lo haré”. Ashly guió al pequeño Jayden para sacar al bebé. Cuando por fin lo lograron, se dieron cuenta de que no respiraba. Jayden corrió a la cocina en busca del aspirador nasal de su hermana y se lo colocó al bebé. Comenzó a respirar.
Una ambulancia llegó al domicilio para llevar a los tres al hospital, en el que tanto madre como recién nacido se recuperaron satisfactoriamente. Los médicos dijeron que sin la actuación de Jayden, tanto Daxx, el recién nacido, como su madre, podrían no haber sobrevivido al parto.
En declaraciones a KPLC 7 News, Ashly dijo que Jayden “fue muy valiente y en ningún momento se puso nervioso”. Si el nacimiento de un hermano es un día como para no olvidar, tras esta experiencia, será un recuerdo imborrable.