Un conductor particular fue víctima de los atropellos de los taxistas en Playa del Carmen.
Los hechos sucedieron cuando, Jorge Lezama, trabajador de una empresa privada, acudió al Hotel “Vidanta” a recoger a una compañera del trabajo y luego de dar aviso al guardia de la caseta de seguridad, fue fotografiado por un taxista.
Y es que, los “chafiretes” lo confundieron con un Uber y no le permitieron la entrada al hotel, para posteriormente entre cuatro unidades y 10 personas acordonar al conductor, al expresarle que no puede cargar pasaje al presuntamente pertenecer a dicha empresa de transporte.
“Me empezaron a decir de cosas, me bajé porque empezaron a acordonar el carro, por temor a que le vayan a hacer algo al carro, de repente comienzo a escuchar un ruido, no me percaté que habrán hecho si lo habrán golpeado, me asomé no vi nada raro en el momento, luego una de esas personas me enfrentó, me dijo: ‘aquí no puedes pasar, te vamos a poner en la ma…, hazle como quieras”, denunció Jorge Lezama.
El conductor aseguró que no discutió con los taxistas, pero sí habló con la persona a la que iba a recoger para que saliera; además avisó al gerente de la empresa para que labora para notificarle de la situación por la que estaba pasando, ya que ya había sido acordonada su unidad.
“Cuando ellos vieron que estaba yo hablando por teléfono, se empieza a ir. Yo bajo del carro y me empiezo a acercar a la entrada del hotel y es cuando veo a mi compañera que venía caminando”.
Además denunció la complicidad del guardia de seguridad con los taxistas, pues su compañera había notificado que iban a pasar por ella, el nombre de la persona y el tipo de vehículo; sin embargo, éste no le dio acceso al hotel.
Posteriormente, ya en carretera, el conductor se percata que los taxistas le habían bajado el aire a sus llantas, por lo que hace un llamado a las autoridades a poner un alto a los atropellos de los taxistas y legalizar el servicio de Uber.