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AÑO NUEVO CHINO

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Por Brasil Acosta
 
Este Año Nuevo chino, que representa al Conejo de agua, inicia el 22 de enero de nuestro calendario y marca el comienzo de la fiesta de la primavera. El conejo trae la suerte. Este 2023 será el año 4721 en el conteo de la República Popular China. Estas relaciones se basan en el calendario lunisolar, que considera, como su nombre lo indica, las fases del Sol y las de la Luna. “El Año Nuevo chino cae en el día de la Luna nueva más próximo al día equidistante entre el solsticio de invierno (Dōng zhì, entre el 21 y el 23 de diciembre) y el equinoccio de primavera (Chūn fēn, entre el 20 y el 21 de marzo) del hemisferio norte”[1]. La relación de animales son perro, cerdo, rata, buey, tigre, conejo, dragón, serpiente, caballo, cabra, mono y gallo, que se van sucediendo; por ejemplo, en 2024 sigue dragón y así sucesivamente.
La recepción de la primavera se realiza con actividades artístico-culturales. Las casas se adornan con colores rojos que representan la festividad y la prosperidad. El desfile con la danza de los dragones y de los leones estilizados, que la gente se apresura a tocar para recibir la buena suerte, es una de las tradiciones de la bienvenida al Año Nuevo chino. Retumban también los tambores rituales que despiertan en quienes escuchan el sentido de la fuerza y de la valentía. También desfilan hombres, mujeres y niños con tradicionales trajes chinos, con esa excepcional estética oriental y, por supuesto, en verbenas populares, además de las artesanías, que se despliegan en los puestos y que ofrecen una gran variedad de la tradicional y sabrosa comida china que acompaña la llegada del año lunar.
Es importante destacar que ahora, gracias al gran desarrollo de la tecnología china y de la siempre innovadora comunidad china, se presentó por la noche un espectáculo de luces en el cielo con letreros de colores hechos por mil drones perfectamente coordinados. Estos aparatos hicieron de todo: letreros, estrellas, esferas con distintos colores, emulación de juegos pirotécnicos, cubos, etc. El pueblo chino es un gran ejemplo para la humanidad por su espíritu de cambio siempre para mejorar; y el Partido Comunista de China antepone siempre el interés del pueblo con su espíritu de servicio.
El Año Nuevo chino está marcado por una importante resolución: el levantamiento de la política Covid Cero. Es posible desarrollarlo porque más del 80 por ciento de la población de China está vacunada; mientras, la capacidad hospitalaria está lista para atender los casos de gente que pudieran resultar graves en virtud de que, por preceptos tradicionales, no se haya vacunado, o bien, sea parte de los sectores vulnerables de la población. Esta nueva condición trae como resultado el impulso del turismo interno y externo. Se espera que haya millones de turistas que viajen por el mundo, lo que representaría una derrama económica importante. También se espera una revigorización del impulso comercial a escala mundial.
Asimismo, el Año Nuevo Chino inicia con las resoluciones del XX Congreso Nacional del Partido Comunista, que plantea la modernización de China, que tiene cinco características principales: 1) se trata de la modernización de una gran población, 2) se busca la prosperidad común para todos, 3) de avance material y ético-cultural, 4) de armonía entre la humanidad y la naturaleza y, finalmente, 5) desarrollo pacífico, lo cual revela que el concepto de modernización es diferente al modelo occidental, que descuida la población y procura el interés privado del capital. Mientras que el Partido Comunista de China ya sacó a su población de la condición de pobreza extrema y solo tuvo 11 millones de casos confirmados y 34 mil 605 muertes por Covid-19; en contraste, el pueblo norteamericano sufrió 100 millones de contagios y un millón de muertes según la Organización Mundial para la Salud (OMS)[2]; el capitalismo mantiene a millones norteamericanos en la extrema pobreza (por ejemplo, los homeless), a diferencia de que la población china, que es de mil 400 millones de habitantes, el país más poderoso de la tierra tiene 333 millones de habitantes, 24 por ciento de la población china.
Se espera también, en este nuevo año, una revitalización del sector rural en el que se estima, según el censo chino de 2020, que los residentes rurales son unos 510 millones, es decir, más del 36 por ciento de la población total. Esto implica desarrollo tecnológico y estudio específico de las comunidades para planificar la producción agropecuaria y mejorar la condición de vida de la población rural, mientras que abastecen a las ciudades de alimentos producidos con alta tecnología.
China no exportará mecánicamente ni impositivamente su modelo de desarrollo como sí lo ha hecho Estados Unidos (EE. UU.) en los países débiles mediante el libre comercio que leoninamente beneficia a las empresas norteamericanas; o bien, invadiendo países como Irak, Afganistán, etc.; no obstante, los pueblos del mundo deben ver en China un ejemplo de desarrollo, modernidad y progreso; y China está dispuesta a compartir su experiencia con aquellos países que así lo deseen; en la dirigencia China priva la congruencia del internacionalismo proletario para contribuir con su experiencia al mejoramiento de otros países.
El objetivo de mediano plazo, es decir, de 2035 a mediados de este siglo, radica en convertir a China en un poderoso país socialista, moderno, próspero, democrático, civilizado, armonioso y bello. Parece una locura y algo aparentemente inalcanzable; sin embargo, para entender a China debemos dejar de verla con los ojos egoístas de Occidente, debemos abandonar nuestras apreciaciones en torno a la Guerra Fría que se ejerce contra China y disuadir las campañas de desinformación que promueve el capital norteamericano;. Debemos ver a China objetivamente y descubrir los aspectos positivos de una nación en la que las palabras socialismo y pobreza no van de la mano; hablamos de una sociedad socialista que se ha decidido erradicar en serio la pobreza y lo ha logrado gracias a la prosperidad, al desarrollo y a la gran preocupación y disciplina del Partido Comunista de China, que se pone metas y busca seriamente alcanzarlas.
Felicito al pueblo chino por su Año Nuevo; y deseo de todo corazón que permanezca como un ejemplo para la humanidad, que se analicen los aspectos positivos de su desarrollo, que estudien los riesgos y debilidades que van implícitos en la economía de mercado y, junto al Partido Comunista de China, se establezcan las bases para la prosperidad común de todos los pueblos de la Tierra. Felicidades.

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