Por Daniel Osorio García. Dirigente del Movimiento Antorchista en Quintana Roo.
Los estudiantes del albergue estudiantil Felipe Carrillo Puerto A.C como es sabido, el sábado siete de marzo, hacían una actividad económica en los cruces de las avenidas Insurgentes y Benito Juárez de la ciudad de Chetumal, que consistía en bailes folclóricos cortos cuando la luz roja detenía los automóviles, esto, para sufragar los diversos gastos del albergue, puesto que no reciben apoyo de ninguna autoridad de los tres niveles de gobierno. En eso estaban, cuando fueron amenazados, agredidos y encarcelados por los policías municipales y estatales del mando único que coordina en la zona sur, Osiris de Jesús Ceballos Díaz en el municipio de Othón P. Blanco.
La ciudadanía chetumaleña condenó estos hechos y los calificó como un total abuso de autoridad de los policías y de quienes habían dado la orden. En redes sociales se viralizó el video que uno de los ciudadanos filmó al momento de la agresión de los jóvenes estudiantes y de sus profesores, a tal grado, que la misma Comisión de los Derechos Humanos de Quintana Roo (CDHEQROO), en voz de su presidente Marco Antonio Toh Euán, calificó como una vejación, declaró que, “después de haber analizado el video que circula en redes, se determinó que si hubo violación a los derechos humanos de los jóvenes estudiantes por lo que los contactaremos para que interpongan su queja (Sic)”.
Los jóvenes, en efecto, agraviados e indignados por el maltrato de las autoridades, interpusieron su respectivas quejas en CEDHQROO en donde se abrió el oficio número CDHEQ-ROO/VG/OPB/439/2020 y el expediente VG/OPB/097/03/2020. A su vez, interpusieron una denuncia ante la Fiscalía Especializada en el Combate a la Corrupción donde se abrió el número de caso FGE/QR/FECC/CHE0128/2020 por el delito de lesiones, abuso de autoridad y lo que resulten.
¿Quiénes son los que dan la orden para que los jóvenes sean agredidos y tratados como verdaderos delincuentes? ¿Por qué lo hacen? El ayuntamiento de Othón P. Blanco, que encabeza el morenista Otoniel Segovia Martínez, fue quien dio la cobarde orden, así quedó demostrado por las propias declaraciones hechas por Alejandro Rivera Romero, secretario general de la comuna.
Por todos los medios a su alcance, que son muchos, Segovia Martínez ha agredido a los muchachos, los acosa, los maltrata física y psicológicamente con el único propósito de echarlos a la calle y quedarse con las instalaciones que fueron diseñadas y construidas para albergue, cuando sabe bien que su construcción fue gestionada por los diputados antorchistas a través del Presupuesto de Egreso de la Federación (PEF).
Ahora, abusando de su poder y la nula inversión en obra pública, Otoniel Segovia le ha nacido la brillante idea de “utilizar” las instalaciones del albergue para que funcionen oficinas de la dirección de cultura, o bien, para cualquier otra oficina del ayuntamiento, alegando que el predio es propiedad del ayuntamiento municipal.
Si, en efecto, el predio es del ayuntamiento, porque los recursos federales no se pueden ejercer en propiedad privada, deben ejercerse en propiedades que sean de cualquier autoridad de los tres niveles de gobierno, por eso, en su momento, se acordó con el ayuntamiento anterior, que encabezó Luis Torres, hoy titular de la Secretaría de desarrollo Rural y Pesca (SEDARPE) del gobierno del estado, que una vez terminado el edificio, se entregaría en comodato a los estudiantes mediante su Asociación Civil denominada Felipe Carrillo Puerto. Sin embargo, el trienio de Luis Torres terminó y no se pudo concluir el trámite de comodato del edificio, que los mismos jóvenes diseñaron, con ayuda profesional, y buscaron los recursos para que se construyera.
Otoniel Segovia haciendo gala de su “inteligencia” y recordando sus viejos tiempos cuando fue policía judicial en el norte del estado, manda a sus esbirros a arremeter contra indefensos estudiantes, que lo único que buscan es la posibilidad de terminar sus estudios para ser mejores ciudadanos y aportar con más conocimiento a nuestro lastimado país.
El pasado jueves 19 de marzo, el comité dirigente de los estudiantes, acudió a una reunión con Otoniel Segovia y varios miembros de su gabinete, con el objetivo de buscar solución al conflicto. Pero como era de esperarse, solo los citaron para intimidarlos con amenazas directas; la posición de Segovia fue tajante: “no voy a darles el comodato del albergue y háganle como quieran, no me interesa” para luego inmediatamente lanzar la amenaza, “yo les puedo desalojar del edificio a la hora que quiera, ahorita mismo, nadie me lo impide (sic)”, “si quieren, síganse manifestado, no me interesa”, “los albergues estudiantiles no deben existir, no son necesarios”, “si quieren estudiar trabajen y dejen de molestar al gobierno (sic) ”. Esas y otras sandeces fueron la respuesta del flamante presidente municipal que presume pertenecer a Morena “la Esperanza de México” y a la autodenominada 4T que tiene como lema “primero los pobres”.
Por el peligro que corren los muchachos, veo necesario dejar de precedente este hecho, que está debidamente documentado en audio y video, para que los ciudadanos de Chetumal, de Quintana Roo y del país sepan que los jóvenes del albergue en mención, no solo no se les da respuesta a sus necesidades, sino que son amenazados directamente por el presidente municipal de echarlos a la calle y dejarlos a su suerte. Ítem más, con esa amenaza y la agresión sufrida por los policías anteriormente, deja claro, que son capaces de cualquier cosa. Por lo que, cualquier “accidente” o agresión que sufran los muchachos, la primera línea de investigación debiera ser Otoniel Segovia.
En Othón P. Blanco estamos gobernados por autoridades arrogantes, insensibles ante las necesidades del pueblo, que lejos de buscar alternativa de solución a los problemas, todo lo quieren solucionar de manera autoritaria y sometiendo al ciudadano. Pero como dice el dicho popular, “no hay enfermedad que dure cien años, ni enfermo que la aguante” vienen las elecciones y seguramente el pueblo, con la inteligencia que lo caracteriza, sabrá poner en su lugar a estos aprendices de dictador. Que conste.