Desde 2017 la CAPA trabajó en un documento para proponer una nueva ley de agua potable y alcantarillado en Quintana Roo, para sustituir la creada en 1981 que es obsoleta y no responde a las necesidades operativas de la paraestatal ni a las necesidades reales de los diferentes sectores de la población. Por lo que solicitó a los diputados de la decimo sexta legislatura y en especial a los de la Comisión de Desarrollo Urbano Sustentable y Asuntos Metropolitanos que preside José Luis Guillén, analizarla, debatirla y crear juntos, convocando la participación ciudadana, para que se puedan operar mejor y se doten servicios de mucha mejor calidad.