Por Juan Carlos Pool Contreras
Hace unos días el Mtro. Marco Antonio Toh Euan, presidente de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Quintana Roo (CDHEQROO), rindió su informe anual, ante la Decimosexta legislatura local del Congreso del Estado. Dio a conocer que en 2019 la instancia a su cargo registró mil 937 quejas contra servidores públicos o autoridades y un aumento del 24 por ciento del total de quejas recibidas, por lo que la Comisión Legislativa de Derechos Humanos pondrá a comparecer frente a sus víctimas a los funcionarios que hayan agredido los derechos humanos de ciudadanos quintanarroenses, todo con el propósito de reparar el daño.
El informe presentado por la CDHEQROO evidencia que el 77 por ciento de las quejas por abuso de la autoridad corresponden a los Municipios de Othón Pompeyo Blanco, Benito Juárez y Solidaridad; todos gobernados por Morena. Pero los datos no sorprenden a nadie, el propio acalde de Othón P Blanco se ha mostrado indiferente a las recomendaciones hechas por Derechos Humanos, de tal manera en un año y medio de gestión ya suma muchos cuestionamientos ante la falta de resultados e impunidad.
La indiferencia de Otoniel Segovia Martínez, edil de este municipio, ante las recomendaciones de la CDHEQROO y su indiferencia a las peticiones de sus gobernados lo han llevado a ganarse el desprecio ciudadano. Para prueba un botón. La agrupación “Campañas y Elecciones” (C&E), realizó una entrevista vía telefónica a 400 habitantes de Othón P. Blanco. El resultado fue que la mayoría reprobó el mal desempeño de la administración del morenista Otoniel Segovia.
A esto hay que sumar el mal desempeño de los funcionarios que operan dentro de su adminitracón. El director de la Dirección de Fiscalización, Emmanuel Magaña Cirerol, es acusado por efectuar un terrorismo fiscal mostrando su insensibilidad respecto a las condiciones económicas de los comerciantes, aplicándoles multas por consigna como una verdadera cacería de brujas; han sido constantes las quejas contra el director de fiscalización pues tanto él como su personal son señalados de maltrato a las personas al contribuyente y a los ambulantes. Nidia Alpuche Pacheco, actual secretaria particular del Director de Tesorería, fue señalada por dar un trato déspota y altanero al personal, directores, coordinadores y la ciudadanía en general, a quienes les grita y les hace dar vueltas para realizar sus trámites, además de exigirles la documentación como a ella se le ocurra.
El caso más reciente fue la brutalidad con que elementos de la Policía, armados hasta los dientes, arremetieron y encarcelaron a dos jóvenes del Albergue Estudiantil “Felipe Carrillo Puerto” A.C,. Los estudiantes se encontraban boteando en varios cruces de semáforos de la ciudad de Chetumal, perteneciente a Othón P. Blanco, para mantener el comedor estudiantil del albergue y sufragar sus gastos como estudiantes. Pero este no es el único momento en el que el presidente se ha cebado contra los estudiantes humildes; semanas antes de la brutal represión mandó que les cortaron la energía eléctrica y los amenazó con desalojarlos a la fuerza si no se salían del albergue.
El evidente abuso de poder, aunado a la reprobación general de la adminsitración de Otoniel Segovia, generó mucha indignación en la ciudadanía, quien condenó dichos actos. A la denuncia de los estudiantes se sumaron las de la CDHEQROO, el Director Quintanarroense de Juventud, Fernando Méndez Santiago, el Diputado local y presidente de la comisión de seguridad, Fernando Chávez Zepeda, los regidores Manuel Martínez Valdez y María Hadad Castillo del H. Ayuntamiento de Othón P Blanco, entre otros.
Las violaciones a derechos humanos y civiles son muchas. En un año y medio al frente de la administración municipal, el morenista, no ha logrado combatir el rezago social, de acuerdo al último reporte del Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social, la pobreza en Othón P. Blanco alcanza a 90 mil 498 ciudadanos, quienes no cuentan con servicios básicos acomo agua potable o luz eléctrica; además de que 54 mil 294 personas carecen de hogar. La ingobernabilidad en la administración de Otoniel Segovia se refleja en cero empleos y obras básicas, pésimos servicios públicos, altos índices de delincuencia e inseguridad y de proyectos de mala calidad por “irregularidades financieras”. Éste es el resultado de su gobierno de la transformación, solo que esta transformación va hacia atrás.