Chetumal, Quintana Roo.- “No tenemos comida”, “Me matará el hambre, no el coronavirus”, “Queremos alimentos”, rezan algunas de las pancartas que junto a los trapos blancos han sido colocados en viviendas de las familias más pobres de las colonias populares de diversos municipios de esta entidad, hombres y mujeres que demandan el apoyo de los tres órdenes de gobierno para hacer frente a la hambruna que ya genera el aislamiento como consecuencia de COVID-19.
Esas familias se dicen desesperadas por las medidas de distanciamiento y confinamiento ordenado por las autoridades de salud e implementadas por los gobiernos estatal y municipal, por lo que pidieron al presidente Andrés Manuel López Obrador que implemente un Programa Nacional de Distribución de Alimentos que ayude a las personas humildes de la entidad para frenar los efectos de la crisis económica causado por el coronavirus.
En entrevista la señora Virginia Estaban Franco, se dijo desesperada por la campaña de “Quédate en Casa”, y le recordó al presidente: “No tenemos trabajo y necesitamos comer”.
Aseguró que al no poder realizar su actividad laboral, su economía está lacerada por la suspensión de actividades en el país y el confinamiento en sus hogares. “Consideró que las autoridades tienen la facultad de aplicar medidas sanitarias pero también deben implementar programas que aseguren la alimentación a quienes piden el confinamiento, especialmente a los que menos tienen”.
Al llamado de apoyo se sumó la señora Pilar Bencomo, de la colonia Avante, de la ciudad de Cancún, quien agregó que “se requieren apoyos alimentarios para las personas que no cuentan con recursos para poder adquirir despensas durante el tiempo que dure el aislamiento”, asentó.
Por último, los afectados mencionaron que continuarán con las protestas a través de los trapos blancos y con otros mecanismos de denuncia para recordar a las autoridades gubernamentales que en Quintana Roo miles de familias humildes están padeciendo hambre, que están a la espera de que es lleguen alimentos, que sus autoridades les tomen en cuenta y cumplan con sus promesas de atender a todos por igual, pero en especial a quienes hoy no tienen para hacer frente a la inactividad económica y el aislamiento por la pandemia de COVID-19.