Por Juan Carlos Pool Contreras Vocero del Movimiento Antorchista de Quintana Roo
El pasado 28 de septiembre, el Movimiento Antorchista pospuso una marcha a petición del secretario de Gobierno, Jorge Arturo Contreras Castillo, a cambio de acelerar la ejecución de los compromisos pactados en el mes de octubre del 2019 con el gobernador Carlos Joaquín, y como muestra de “buenas intenciones”, el funcionario se comprometió a que el 6 de octubre de este año, se firmaría un “convenio de colaboración” entre Antorcha y el Gobierno del Estado para trabajar en conjunto, sin embargo, incumplió su palabra porque ese famoso convenio nunca se realizó y tampoco se resolvió ninguna de las demandas, que de hacerlo, ayudaría un poco a contrarrestar la pobreza que padecen poco más de 35 mil familias antorchistas que se encuentran decepcionadas y a la vez enojadas, pues sólo se han burlado de ellas, sin importarles las condiciones en las que se encuentran y que necesitan ayuda gubernamental.
Antorcha siempre ha privilegiado el diálogo para llegar a buenos términos, tan es así que ésta es la segunda ocasión que pospone una movilización, con el objetivo de construir un puente para la solución de las demandas de los quintanarroenses que necesitan ayuda del Gobierno, porque muchas de esas personas no tienen los recursos necesarios para sostener el gasto, pues muchos de ellos se quedaron sin trabajo, empeñando todo lo que han podido para salir de la crisis económica que golpea fuertemente a raíz de la pandemia por Covid-19.
Sin embargo, parece que las autoridades no les preocupa el llamado de auxilio y la desesperación de la gente humilde de diversas colonias y comunidades marginadas, y que además muchas de ellas no cuentan con agua potable, energía eléctrica, calles pavimentadas y servicios médicos; sin duda alguna, es bastante evidente la marginación social en la que se encuentran.
Al parecer, no existe poder humano que haga reflexionar al Secretario de Gobierno para que entienda de una vez por todas que en sus manos está la decisión para que se resuelvan muchas cosas en favor de los que menos tienen, pues sorprende mucho que el 67.26 por ciento de la población quintanarroense viva en pobreza porque no tienen lo indispensable para subsistir; a grandes rasgos, la falta de oportunidades ha propiciado que miles de familias vivan en condiciones precarias debido al escaso trabajo y salario que le permita a cada familia tener un hogar digno, una alimentación balanceada, educación, buena salud física y mentalmente.
La pasividad de las autoridades de Quintana Roo, grosso modo, ocasiona que la población que vive en pobreza y pobreza extrema se les vea cada vez más difícil porque no se les está atendiendo su grave situación económica para frenar el crecimiento de los cinturones de pobreza; al mismo tiempo, la falta de oportunidades lacera a las personas que viven con un sinfín de carencias y lo peor de todo es el nulo apoyo gubernamental pues no se invierte o se hace muy poco para combatir al enemigo del pueblo trabajador, la miseria.
Los antorchistas sólo piden que se resuelvan cinco demandas elementales: dotación de maíz de consumo para 15 mil campesinos, despensas básicas para 35 mil familias, comodato del albergue estudiantil “Felipe Carrillo Puerto” sección femenil de Chetumal, pavimentación de la entrada de la colonia Fraternidad de Chetumal y contratación de 24 maestros, mismas que en su momento el propio gobernador, Carlos Joaquín, manifestó que estaba en sus posibilidades atenderlos y aseguró que mientras él sea el mandatario estatal, al pueblo se le daría la atención debida, que se invertiría los recursos necesarios para obra social, servicios básicos y programas sociales para poco a poco ir contrarrestando los efectos de la pobreza; todas esas dulces palabras se las llevó el viento, porque no ha cambiado la suerte de los quintanarroenses, por el contrario, la pobreza ya alcanzó a poco más de la mitad de la población estatal, pues no hay empleos, la delincuencia e inseguridad está a la orden del día, son muchos los problemas que aún no se ha atendido pese a que en la campaña política por la gubernatura, se cacareo que ahora sí se le haría justicia a los pobres.
Debido a la indiferencia y sordera política del Secretario de Gobierno, a quien se le encargó resolver las demandas enarboladas del Movimiento Antorchista, el próximo 17 de noviembre, por lo menos una representación de mil antorchistas, realizarán una marcha simultánea por las principales avenidas de Cancún y Chetumal para exigir respeto y soluciones, porque ya se hizo eterna la espera y es la hora que las autoridades no cumplen su palabra empeñada, pues sólo han dado largas a los peticionarios, quienes ya están cansados de maniobras y manejo político, es por esa razón que los antorchistas se ven obligados a salir a las calles a manifestarse, y no lo hará porque quiera o porque les guste, lo harán por necesidad y para exigir mejores condiciones de vida, ¡nada más, pero nada menos!