El diputado Jorge Álvarez Máynez (Movimiento Ciudadano) promueve una iniciativa de reformas al Código Civil Federal y a la Ley General de Acceso de las Mujeres a una Vida Libre de Violencia, para que el trabajo en el hogar o el cuidado de los hijos, ancianos, personas con discapacidad o enfermos, se considere como contribución económica al sostenimiento de la familia.
Destaca que es imprescindible establecer como violencia la negativa de reconocer esa contribución económica y el exceso de horas de trabajo, tanto en el hogar como en el mercado laboral, pues ello impide el acceso de las mujeres al bienestar adecuado, posibilidades de desarrollo personal, y limita su tiempo para actividades personales y de recreación.
Las reformas plantean que las entidades federativas fomenten en la sociedad un reparto igualitario, entre hombres y mujeres, de las responsabilidades y tareas referidas al cuidado de las personas a su cargo y a las labores domésticas, a fin de reducir la carga de trabajo de mujeres y niñas.
El legislador afirmó que las responsabilidades y tiempo dedicado al hogar o al cuidado de personas dependientes, sin recibir remuneración alguna, restringe notablemente la posibilidad de las mujeres de contar con ingresos propios, buscar opciones en el mercado laboral, participar plenamente en la política y la sociedad, al mismo tiempo que las relega de la protección social indispensable para la satisfacción autónoma de sus necesidades.
Mencionó que las mujeres que necesitan o deciden tomar la responsabilidad de atender dos trabajos (remunerado fuera de casa y doméstico no remunerado), es común que busquen opciones laborales con horarios flexibles y, en consecuencia, encuentren empleos informales, subvalorados, mal pagados y sin prestaciones de ley.
Según la Encuesta Nacional de Ocupación y Empleo (ENOE), la desproporcionada carga de trabajo doméstico que recae sobre las mujeres limita sus oportunidades, autonomía, desarrollo e, incluso, su acceso a derechos vinculados con la seguridad social. Los hombres también sufren precariedad de empleo, pero son las mujeres las más propensas a experimentarla, indicó.
Comentó que de acuerdo con datos de 2014, el valor económico del trabajo doméstico no remunerado equivale a más de 4 billones de pesos, 24.2 por ciento del PIB Nacional, y el 80 por ciento de esta cantidad es producida por mujeres. En la distribución de labores domésticas no remuneradas, los hogares de doble ingreso, las mujeres invierten en promedio casi 30 horas semanales a estas labores, mientras que los hombres 9.
Álvarez Máynez resaltó que se suele considerar el Trabajo Doméstico No Remunerado y de cuidados como un trabajo que no requiere calificación, restando su valor frente a la sociedad y reproduciendo la discriminación hacia las mujeres.
Subrayó que la contribución que realiza cada mujer mexicana de 12 años o más de manera cotidiana para garantizar el bien de su familia y desarrollo, a través de labores domésticas y de cuidado no remunerado, equivale a 42 mil 500 pesos al año. Para las mujeres que habitan en las áreas rurales esta contribución se eleva a 49 mil 700 pesos al año, y para las mujeres casadas a 57 mil 600 pesos.
El diputado consideró necesario adoptar medidas que reivindiquen el valor del trabajo doméstico y de cuidado e implementar medidas que garanticen el reconocimiento como contribución económica al sostenimiento del hogar, el trabajo doméstico realizado por las mujeres, así como la doble jornada laboral.