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«EL DIABLO» SE BURLÓ DE LA JUSTICIA PERO NO DE LA MAFIA

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En medio de su actividad criminal, una lluvia de plomo puso fin a la vida de Héctor Manuel Cacique Fernández (a) “El Diablo”, y con ello, el final a su larga carrera delictiva la cual inició en el Cártel del Golfo, llegando a controlar la venta y distribución de drogas en la zona hotelera de Cancún.
Fue señalado por sus cómplices de ordenar la matanza del bar “La Sirenita” en donde murieron siete personas, tal y como revelaron en su momento los reportes firmes de autoridades federales. Y tras ser encarcelado por este múltiple homicidio, su familia invirtió una gran cantidad de recursos en su imagen, para convertirlo en una víctima del sistema, con menciones y programas especiales en televisión nacional.
El año pasado fue liberado por el Juez Segundo Penal, quien lo absolvió de todos los cargos y una vez en libertad, siguió con su campaña mediática hasta que logró que la Fiscalía General del Estado le ofreciera una disculpa pública, la cual se dio el lujo de no aceptar.
El 14 de marzo del 2013, siete personas fueron masacradas a balazos en el bar “La Sirenita”, por un grupo de sicarios integrantes del Cártel del Golfo, quienes usaron para cometer el múltiple asesinato, armas largas AK-47 de las conocidas como “cuerno de chivo”.
Dos días después, elementos de la Policía Turística comandados en ese entonces por Jesús Aíza Kaluf como secretario municipal de Seguridad Pública y Tránsito, detuvieron en la zona hotelera de Cancún a Héctor Manuel Cacique Fernández, junto con su chofer Maximiliano Ezequiel Millán González, y ambos quedaron a disposición del Ministerio Público del Fuero Común de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) por el delito de ultrajes a la autoridad.
Posteriormente, la entonces Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE) presentó a Cacique Fernández como integrante del Cártel del Golfo, con los alias de “Comandante Diablo” y/o “T-67”, claves que según la autoridad, eran las que usaba dentro del violento y sanguinario grupo delictivo.
Fue esta organización la responsable de la matanza del bar “La Sirenita”, explicaron en ese entonces las autoridades ministeriales y por ello, el 19 de marzo del 2013, elementos de la entonces Policía Judicial del Estado (PJE) le notificaron a Cacique Fernández una orden de aprehensión girada en su contra, por el Juez Primero Penal, dentro de la causa penal 80/2013 por el delito de homicidio calificado.
El mandato judicial fue liberado después de que el Ministerio Público del Fuero Común consignara la averiguación previa 1267/2013, en la que Cacique Fernández declaró quiénes habían participado en la múltiple ejecución y por qué.
Fue por esta declaración que meses después la Policía Judicial del Estado detuvo a casi todos los integrantes del Cártel del Golfo que habían participado en ese hecho y actualmente, todos siguen en prisión. Menos “El Diablo” quien se dedicó durante meses a usar su imagen de víctima y en donde varios medios de comunicación difundieron su papel de mártir del sistema judicial.
Aunado a ello, la “mala integración” del expediente en contra de Héctor Manuel Cacique Fernández, permitió que su defensa promoviera una serie de amparos y fue así que en octubre de 2013, el Juez Segundo de Distrito otorgó un primer amparo, considerando que la declaración ministerial del inculpado había sido obtenida bajo “coacción física” entre el momento de su detención y su declaración, por lo que no resultaba válido el auto de formal prisión en su contra.
El 10 de marzo del 2014, Cacique Fernández fue puesto en libertad por el Juez Primero Penal, notificación que le fue hecha en el Centro de Reinserción Social (Cereso) de Chetumal, a donde había sido trasladado.
Sin embargo, al salir del Cereso, ya era esperado por policías judiciales con una nueva orden de aprehensión, girada en su contra por el Juez Quinto Penal, por el homicidio de las siete personas del bar “La Sirenita”.
En este nuevo expediente, ya se encontraban integradas las declaraciones ministeriales de Roger Alfaro Pacheco (a) “El Humo”, Humberto Ramírez López (a) “Chilango”, Marín González Carrión (a) “Quempachi”, Víctor Raúl Torres (a) “Dante”y/o “Liro”; y Selene Moreno Salgado (a) “Misti”, quienes señalaron a Héctor Manuel Cacique Fernández como el autor intelectual del múltiple asesinato.
Aunque su defensa nuevamente promovió un amparo por esta segunda detención, se declaró improcedente.
Así se dejaron venir una “oleada” de amparos promovidos por la defensa de Cacique Fernández. Y su familia se encargó de organizar y llevar a cabo toda una campaña.
Y la familia de Cacique Fernández se encargó de organizar entrevistas y “reportajes” que fueron transmitidos en horario estelar a nivel nacional, por medios televisivos, pretendiendo demostrar su inocencia.
Y a dos días de que se diera el cambio de gobierno del Estado el Juez Segundo Penal ordenó la inmediata libertad de Héctor Manuel Cacique Fernández, declarándolo absuelto de todos los cargos en su contra.
Así, la noche del 23 de septiembre del 2016, Cacique Fernández abandonó el Cereso de Cancún, a bordo de un vehículo que ingresó al penal y afuera, era esperado ya por varias personas, quienes aguardaban en dos automóviles más, dos camionetas y tres motocicletas deportivas de lujo.
Ya en libertad, Cacique Fernández continuó con su campaña mediática contra autoridades ministeriales, apoyado siempre por la Comisión Estatal de Derechos Humanos y fue así como logró que precisamente dicho organismo emitiera una recomendación a la Fiscalía General del Estado.
El 30 de marzo de este año, con el propósito de dar cumplimiento a la recomendación CDHEQROO/017/2015-II, emitida por la Comisión de los Derechos Humanos del Estado de Quintana Roo, la Fiscalía General del Estado ofreció una disculpa pública a Héctor Manuel Cacique Fernández y Maximiliano Ezequiel Millán González, por “un proceso irregular en la integración de la indagatoria”.
Esa gran disculpa pública fue emitida por la Comisión Estatal de Derechos Humanos, a cargo de Harley Sosa Guillén. Acto que generó una cascada de rechazo e inconformidad entre los elementos de las dependencias policíacas, abogados y la misma ciudadanía.
A la disculpa pública no asistió el Fiscal General del Estado Miguel Angel Pech Cen, y por ello, Cacique Fernández se dio el lujo de no aceptar la disculpa y con palabras groseras e insultos la rechazó ante la propia Vicefiscal General, Rosaura Villanueva y de elementos de la Policía Ministerial, a quienes les gritó, “ustedes me la pelan”.
Para las autoridades ministeriales no era un secreto que Cacique Fernández seguía metido en actividades ilícitas, pero no hicieron más por investigarlo, “para evitarse problemas”. Pues el proceso legal se había revertido en contra de elementos ministeriales que se atrevieron a “detenerlo” y los juzgados se dieron a la tarea de perseguir ahora a los propios elementos de la Policía Ministerial..!
Y fue así como la tarde del jueves, mientras se encontraba en un restaurante de Alfredo Vladimir Bonfil, junto con otra persona, Héctor Manuel Cacique Fernández (a) “El Diablo” fue ejecutado, en un claro ajuste de cuenta del crimen organizado, al ser alcanzado por ráfagas de armas de grueso calibre, acabando así su carrera e historia delictiva.

(Por Esto de Quintana Roo)

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