El ex gobernador de Veracruz, Javier Duarte de Ochoa, finalizó esta mañana el episodio guatemalteco de sus problemas por presunta corrupción política y viajó a México tras ser finalmente extraditado desde Guatemala en una aeronave del gobierno mexicano.
Duarte es llevado a su país en un avión de la Procuraduría General de la República (PGR) que despegó a las 09:18 horas locales (10:18 horas en el centro de México) del hangar de la Fuerza Aérea Guatemalteca (FAG) en el Aeropuerto Internacional de La Aurora, en esta capital y el más importante de Guatemala.
Tras cumplir con una serie de trámites diplomáticos, Duarte fue entregado por el Ministerio de Relaciones Exteriores de Guatemala a los emisarios del gobierno mexicano.
El guatemalteco Rudy Esquivel, vocero del Sistema Penitenciario de Guatemala, informó esta mañana el traslado del político mexicano, de la cárcel de Matamoros a la base aérea, fue desde las 04:50 y que llegó a Fuerza Aérea a las 05:00.
El operativo desde Matamoros, un centro penitenciario de máxima seguridad para prisioneros de alta peligrosidad y relevancia política que opera en un cuartel militar capitalino en el que permaneció preso desde el 16 de ese mes, y de entrega en la base de la FAG se realizó bajo fuertes medidas de seguridad.
La movilización de la prisión al hangar se realizó de madrugada por medidas extremas de precaución.
Hilda Mérida, portavoz del Ministerio de Gobernación de Guatemala, informó que la Procuraduría General de la República (PGR) impidió el acceso de la prensa, al hangar de la Fuerza Aérea para que el ex gobernador de Veracruz no fuera exhibido ante los medios.
Duarte fue capturado a solicitud de México con fines de extradición en la noche del 15 de abril anterior en el suroccidente de Guatemala tras seis meses en fuga.
Ante dos instancias judiciales de la capital guatemalteca—los tribunales Quinto y Tercero y ambos de Sentencia Penal, Narcoactividad y Delitos contra el Ambiente—, Duarte aceptó ser extraditado a México. Ante el Tercero lo hizo el martes de 27 de junio anterior por los presuntos delitos estatales en su contra y en el Quinto se allanó a la extradición el pasado martes 4 de julio por las acusaciones de supuestos cargos federales.
Duarte, de 43 años y gobernador de Veracruz de 2010 a 2016, se someterá a la justicia por los supuestos cargos federales de delincuencia organizada y operaciones con recursos de procedencia ilícita y los presuntos cargos en ese estado de dos acusaciones de tráfico de influencias, así como por incumplimiento de deber legal, abuso de autoridad, peculado y coalición.
Luego de que el ex gobernador aceptó ser extraditado, autoridades judiciales y diplomáticas guatemaltecas aceleraron el trámite para notificar a la embajada de México en Guatemala, lo que se produjo el jueves 6 de este mes en la tarde. Ese día, el gobierno mexicano advirtió al guatemalteco que primero debía cumplir con trámites internos antes del traslado y recibir autorizaciones judiciales, para evitar consecuencias legales.
El viernes 7 de julio, Guatemala urgió a México a llevarse a Duarte lo más rápido posible y confirmó que le reforzó la seguridad, por temor a un atentado de grupos mafiosos en contra del ex gobernador por ser poseedor de abundante información que puede perjudicar a “muchas personas criminales” y “tiene muchas cosas que decir” ante la justicia mexicana.