En el marco de los 153 años de relaciones bilaterales, México y Portugal reforzaron sus lazos de colaboración, durante la Visita de Estado del presidente Marcelo Rebelo de Souza a nuestro país, la primera en los últimos 18 años de un mandatario de aquella nación.
Luego de la recepción oficial en Palacio Nacional, los presidentes Enrique Peña Nieto y Marcelo Rebelo de Souza destacaron las coincidencias entre ambas naciones como es la promoción del libre comercio, la lucha contra el cambio climático y la defensa del multilateralismo.
El mandatario mexicano informó que nuestro país es hoy el segundo destino de inversiones en América Latina con más de 160 empresas portuguesas participando en la economía nacional en sectores como el energético, el tecnológico, la construcción y en las industrias aeroespacial y automotriz.
“Vale la pena destacar que, de la Inversión Extranjera Directa de Portugal registrada en nuestro país, prácticamente una tercera parte de esa inversión se ha dado en los últimos cuatro años. México se ha convertido en uno de los destinos prioritarios de la inversión portuguesa en América Latina”, subrayó.
En mensaje a medios de comunicación, luego de una reunión privada y más tarde con sus comitivas, el presidente Peña Nieto informó que le planteo al Presidente Rebelo la importancia de contar con el apoyo de Portugal en el proceso de actualización del Acuerdo Global con la Unión Europea.
Adicionalmente, impulsarán un mayor intercambio comercial al que hoy se tiene y que asciende a 600 millones de dólares anuales, además de fomentar el turismo entre los dos países y la cooperación en materia de ciencia y tecnología.
Por su parte, Marcelo Rebelo de Souza manifestó su compromiso de seguir abriendo las puertas a los empresarios mexicanos para que inviertan en su nación tal como lo hace México con empresarios lusos.
También, resaltó las coincidencias entre los gobiernos de Portugal y México.
“Tenemos una convergencia en la defensa de la paz, de salvaguardar los derechos humanos, del desarrollo económico y de la justicia social, pero también en la libertad de las personas y del comercio, en rechazar el proteccionismo injustificado, en la no comprensión de las barreras humanas y económicas”.