Espacio Ciudadano de Quintana Roo Noticias del Estado de Quintana Roo
Por Daniel Osorio García Dirigente del Movimiento Antorchista de Quintana Roo
El onus probandi (carga de la prueba) es una expresión latina del principio jurídico que señala quién está obligado a probar un determinado hecho ante los tribunales.
El fundamento del onus probandi radica en un viejo aforismo de derecho que expresa que “lo normal se entiende que está probado, lo anormal se prueba”. Por tanto, quien invoca algo que rompe el estado de normalidad, debe probarlo (“affirmanti incumbit probatio”: “a quien afirma, incumbe la prueba”). Básicamente, lo que se quiere decir con este aforismo es que la carga o el trabajo de probar un enunciado debe recaer en aquel que rompe el estado de normalidad (el que afirma poseer una nueva verdad sobre un tema).
Saco a colación este viejo aforismo de derecho para referirme a las acusaciones que ha hecho López Obrador en contra de diferentes actores políticos, empresarios, organizaciones civiles y sociales que no son “Santo de su Devoción” porque, sin tener prueba alguna para sostener su dicho y abusando de su investidura presidencial que le permite hacer uso de los diversos medios de comunicación descalifica, denosta, agrede e insulta a sus “adversarios” sin que estos, tengan las mismas oportunidades de poder defenderse, y cuando lo pueden hacer, cae todo el poder del Estado en su contra.
Si decimos que estamos en un país de leyes y de la legalidad, lo que debe hacer cualquier persona, incluida el Presidente de la Republica, es, que ante los hechos inapropiados o ilegales de cualquier persona de que se trate o de cualquier integrante de un partido político, asociación u organización, siempre deberemos probar el hecho que se imputa de manera pública, con una denuncia ante la instancia que corresponda, para que sean los tribunales los que deslinden de responsabilidades y castiguen conforme a derecho. Pero esto no sucede así en los tiempos de la autollamada “Cuarta Transformación” (4T).
López Obrador al llegar a la Presidencia de la Republica ofreció transformar al país, asegurando la libertad y los derechos de los mexicanos e impulsando el progreso y el desarrollo, con seguridad y justicia, sin embargo, a tres años de su gobierno, nada de eso ha ocurrido, al contrario, se ha esforzado en dividir a los mexicanos, aprovechando las desigualdades y los agravios que hemos padecido y enfrentado entre sí a los sectores de la sociedad. Ha utilizado el estado de derecho para su conveniencia y convirtiéndolo en un látigo en contra de sus opositores, a tal grado de descalificarlos públicamente y convertirlos en delincuentes, primero mediáticamente y después, como dije, utilizando, por ejemplo, a la Unidad de Inteligencia Financiera (UIF) como garrote.
El Movimiento Antorchista Nacional (Antorcha Campesina) ha sido la organización más señalada, atacada y perseguida por el gobierno de la 4T. Se le ha acusado mediática y públicamente por el mismo López Obrador de “intermediaria”, “la organización de los moches”, de quedarse con los apoyos, entre otras lindezas, sin tener ninguna prueba que demuestre lo dicho. También se le ha perseguido por la UIF y se le han congelado cuentas bancarias, pero tampoco han demostrado la culpa de Antorcha en tal o cual delito. Es decir, Antorcha Campesina como muchos en este país, es un perseguido político de la 4T por no compartir sus ideales, por señalar sus errores y por criticar su mal gobierno.
López Obrador sigue atacando al Movimiento Antorchista sin tener prueba alguna, abusando de su investidura presidencial. Recientemente, en una gira que realizó por el estado de Chiapas el fin del mes de agosto del presente, nuevamente volvió a su obstinada decisión de atacar al antorchismo y ahora lo hizo diciendo que la Secretaria de Agricultura era rehén de Antorcha Campesina. En su “mensaje” a los asistentes al evento por la Inauguración de la planta de cría y esterilización de machos de mosca del Mediterráneo en el municipio de Metapa, dijo: “¡Imagínense!, ¿Cuánto entregaba la Secretaria de Agricultura a organizaciones como Antorcha Campesina?, era rehén (sic) la Secretaría de Agricultura”. Esta aseveración no fue acompañada de ninguna prueba porque como dije más arriba, no las tienen por la simple y sencilla razón de que nada de lo que se dice es cierto.
Sabemos claramente que el objetivo de López Obrador con este tipo de descalificaciones es seguir engañando al pueblo mexicano y denigrar a la organización más grande y mejor estructurada de la historia moderna de México. Esta Organización social ha resistido a todos los ataques políticos y mediáticos del morenismo y del obradorismo en el poder y no solo eso, sino que ha continuado creciendo dentro de la población que ya se siente decepcionada de la 4T.
Yo, el que esto escribe, que a su vez me toca dirigir al Movimiento Antorchista en el estado de Quintana Roo, reitero lo dicho por el Ing. Homero Aguirre Enríquez, vocero nacional del Movimiento Antorchista y de nuestro dirigente nacional el Ing. Aquiles Córdova Morán: “Es totalmente falso que el Movimiento Antorchista haya recibido recursos directos de la Secretaria de Agricultura, la entrega de apoyos oficiales, muy escasos por cierto, ha sido entregada siempre de manera directa por los funcionarios de las dependencias”. “Los recursos de los programas oficiales siempre fueron entregados por el personal del propio gobierno en turno y con base padrones y reglas de operaciones legales, los apoyos siempre se han entregado directamente por el gobierno a los beneficiarios”.
Por lo tanto, en representación de miles de mexicanos organizados en el Movimiento Antorchista, le exigimos al Gobierno de la Republica que detenga sus ataques infundados e ilegales contra el Antorchismo Nacional. Que conste.
