REFUGIADOS GUATEMALTECOS PROVOCARON SU DESALOJO

Las cientos de familias guatemaltecas que fueron desalojadas de una zona llamada Laguna Larga, que se ubica dentro de una área protegida por el gobierno de Guatemala, y que posteriormente se desplazaron hacía territorio mexicano, se encuentran en condiciones deplorables ya que han perdido todo lo que construyeron, sin embargo todo fue provocado por ellos mismos, al abusar de la tala ilegal en la Biosfera Maya, por llegar a sembrar marihuana e incluso permitir la construcción de una pista de aterrizaje para actividades ilícitas.

Manifestaron lo anterior guatemaltecos residentes en México fue fueron entrevistados durante varias horas, y quienes por su propia seguridad, pidieron estar bajo el anonimato.

Los declarantes señalaron que dentro de los refugiados hay personas buenas e inocentes, pero también hay gente con antecedentes delictivos, los cuales deben ser investigados a fondo por el Gobierno Mexicano antes de otorgarle cualquier tipo de respaldo.

Asesinatos a sangre fría en Laguna Larga

Ese lugar empezó a ser ocupado desde el 2005 por personas que buscaban un espacio para vivir, encontrando en Laguna Larga una zona de amortiguamiento de 15 kilómetros, donde se tiene permitidas actividades económicas reguladas, incluyendo la recolección sostenible de madera y de productos forestales tradicionales.

Una de los primeros ocupantes fue Genaro Reyes Galdámez, quien se dedicó a investigar la situación de esas tierras ante la Comisión Nacional de Áreas Protegidas (CONAP).

Desde su llegada, Reyes Galdámez se convirtió en un líder, el cual siempre pidió a su gente respetar los territorios marcados por las autoridades guatemaltecas.

Al pasar de los años, comenzaron a llegar personas de otros lugares a Laguna Larga, quienes empezaron con la tala inmoderada de madera, la cual era trasladada a México, generando así jugosos dividendos.

Durante varios años, las autoridades de ese país alertaron a los habitantes de esa zona para que no siguieran ingresando a la área protegida, reconocida por la UNESCO como Reserva de la Biosfera, pero siempre intercedió Genaro Reyes, alegando que los pobladores respetaban los límites.

Sin embargo las actividades ilícitas continuaron y se incrementaron; por las noches en esa zona era ya común escuchar la entrada y salida de camiones cargados con grandes trozas de madera.

Los declarantes dijeron que en ese núcleo poblacional habían personas que cometían todo tipo de delitos, llegando incluso a matar a un hombre a pedradas. También se llegó a detectar sembradíos de marihuana.

Pero fue para el año 2012, que las autoridades de Guatemala requirieron a Genaro Reyes Galdámez, al llegar a esa zona le preguntaron sobre la construcción de una pista clandestina, presuntamente utilizada para actividades vinculadas al narcotráfico.

El líder, que en ese momento ya era acusado por los habitantes de Laguna Larga de ser el denunciante de todo lo que sucedida, fue llevado por las autoridades hasta donde se encontraba la pista.

Esto sorprendió a Reyes Galdámez, quien señaló que no tenía conocimiento de esa construcción en esa zona, sin embargo eso fue tomado como una afrenta imperdonable por parte de sus enemigos, quienes un 13 de julio de 2012 lo siguieron y le dieron muerte de varios disparos con un arma de fuego.

Esto ya había sido advertido por el propio Genero a sus familiares, a quienes les pidió que al momento de que se enteraran de su muerte, inmediatamente quemaran su vivienda y todos los papeles que había en su interior, para luego huir de ese lugar, pues dijo: “si me asesinan, también irán por mi familia”.

Una juez de la capital guatemalteca que llegó al lugar del asesinato, al ver tendido a Genaro Reyes no podía dar crédito a lo que había ocurrido, al tiempo que advirtió a los pobladores de Laguna Larga que habían asesinado no solo a un hombre, sino a toda una esperanza para lograr beneficios para esa zona, agregando que en un año o diez pero sin duda alguna serían retirados de ese lugar al no contar con la única persona que los respaldaba y que en varias ocasiones intercedió ante las alertas de desalojo.

Estas palabras se cumplieron a inicios del mes de junio, cuando cientos de familias fueron desalojadas de esa zona por el ejército de Guatemala.

Los declarantes, guatemaltecos ya residentes en México, finalizaron diciendo que hay muchas personas de bien entre los desalojados, aquellos que creían en la visión de Genaro Reyes, pero también hay sujetos con las manos manchadas de sangre, que no se tentarían el corazón para asesinar a costa de sus propios beneficios.