Por Enrique Pluma y Ada Díaz
Diana Vidal Suárez no pudo cumplir su sueño de convertirse en una profesional de basquetbol, pero entrena y ayuda a niños y jóvenes de escasos recursos económicos a lograr esa meta.
Ella profesora de educación física y adiestra a jóvenes de secundaria. “Yo comencé a jugar basquetbol cuando tenía 12 años de edad, fue mi padre quien me enseñó y desde entonces me sentí atraída por este deporte. Sin embargo, en aquellos años en Chimalhuacán, Estado de México, no había casi ningún espacio para hacer deporte, solo terracería, por eso no lo podría practicar más que en la escuela”, cuenta.
La situación económica de su familia la llevó, años después, a dejar hasta las prácticas de la escuela porque era necesario ocupar esos valiosos minutos en generar un ingreso para la economía familiar. Ahí se acabó su sueño personal.
“A pesar de eso me siento realizada, porque han pasado muchas cosas: migré a Puebla, estudié una carrera como educadora y ahora realizo mi sueño cada vez que doy entrenamiento de basquet a niños pequeños; les ayudo a lograr sus metas”.
En efecto, Asael Rodríguez Contreras alumno de Diana, quiere ser basquetbolista profesional. Tiene 15 años de edad aproximadamente. Y cada que entrena siente que en un futuro puede ser alguien profesional, como Michael Jordan.
Para Diana Hernández, uno de los problemas por los que el basquetbol no ha dado grandes talentos a nuestro país es porque no se ha invertido suficientemente en instalaciones para que cualquier persona pueda practicar deporte.
“En Chimalhuacán, por ejemplo, hace como unos 19 años más o menos, no podíamos practicar deporte porque no había canchas. Ahora eso ha cambiado, pero porque el gobierno cambió en aquel lugar, ¿qué pasará en otros municipios en donde el gobierno ve al deporte como una carga?, pues nada, por eso hay muy pocos buenos deportistas”, asegura la entrenadora.
Sin embargo, las instalaciones para practicar basquetbol son de las más altas en el país en comparación con el número de instalaciones o espacios deportivos para practicar otras disciplinas. El Registro Nacional de Infraestructura Deportiva realizado por la Comisión Nacional del Deporte (Conade) reconoce mil 359 canchas del basquetbol en el país, mientras que de futbol sólo cuenta con 920 instalaciones.
Aun contando con esas cifras, el basquetbol es uno de los deportes en México que brilla por su ausencia en encuentros internacionales. La única asociación de nivel profesional, la “Liga Nacional de Baloncesto Profesional de México”, se conformó en el año 2000 pero a la fecha es prácticamente desconocida, en su último encuentro sólo logró reunir a un total de 11 equipos.
No juega para nuestro país Gustavo Ayón, quien es la figura del basquetbol más reconocida de México. Este nayarita de 31 años de edad y 2.08 metros de altura, es la pieza clave para la quinteta del Real Madrid, uno de los equipos de la primera liga española.
La participación de Ayón fue fundamental para lograr, por primera vez en 39 años, el pase de México al Campeonato Mundial de Baloncesto en 2013. Desde entonces no ha vuelto a jugar para el país, y en 2012, luego de su paso por la NBA de Estados Unidos, decidió unirse al baloncesto profesional de Madrid.
Instalaciones y torneos para crear a los nuevos talentos
A media hora del centro de la ciudad de Puebla, yendo hacia el sur, se encuentra la colonia Balcones. Hace unos años, Balcones era considerada como la una de las más marginadas de la capital y, aunque con los años se ha ido desarrollando, todavía quedan marcas de su marginación de antaño.
Es en esta colonia, recientemente se construyó una nueva Unidad Deportiva con chanchas techadas de basquetbol, futbol y volibol, todas instalaciones de primer nivel.
“Hace un año y medio ésta era zona baldía, sólo había piedras y hiervas secas. Ahora todo esto está bonito y cuenta con buenas instalaciones para que los jóvenes de esta colonia y de las vecinas puedan hacer deporte”, dice Miguel Domínguez, mientras mira la unidad deportiva con asombro.
Él es ahora el encargado de la nueva Unidad Deportiva Lenin Campos Córdova, espacio que abre sus puertas a todo el público y no pide ningún tipo de remuneración a cambio de utilizar las instalaciones, hecho trascendente tomando en cuenta que en nuestro país sólo se puede acceder a buenas canchas e instalaciones para practicar deporte contando con una membresía.
Por eso, Asael Rodríguez Contreras está feliz. Antes él no podría haber practicado basquet porque no tenía dónde hacerlo: “me gusta desde que iba a la primaria, pero sólo ahí podría practicar porque no teníamos canchas aquí”.
Antes no había podido entrenar porque para eso necesitaba entrar al club deportivo de la escuela. No podía darse ese lujo, él necesitaba trabajar para poder apoyar a su familia. “Pero ahora es diferente”, dice con una sonrisa.
En efecto, ahora puede entrenar a la hora que sale de trabajar y lo puede hacer en instalaciones de primer nivel de una manera totalmente gratuita. “Cuando llegué a Balcones y vi que había una unidad bonita me emocioné”, afirma. Las esperanzas de ser profesional vuelven a tomar vuelo en la mente de Asael.
“Para nosotros es importante que se practique el deporte porque hace hombres buenos, de fuertes de corazones”, dice Ignacio Mejía, uno de los responsables de impulsar el deporte entre colonias y comunidades de escasos recursos económicos del estado de Puebla.
Diana Vidal Suárez pone como ejemplo los encuentros que realiza año con año el Movimiento Antorchista, “nosotros realizamos Espartaqueadas deportivas cada dos años en Tecomatlán, Puebla. Acuden niños, jóvenes, señores, amas de casa, y también equipos profesionales de las universidades más importantes del país, que les gusta realizar cualquier tipo de deporte, nosotros lo realizamos de manera gratuita y con la esperanza de que el pueblo trabajador pueda disfrutar del deporte, en el lugar donde realizamos estos eventos nacionales se practican todos los deportes y la espacios son de primer nivel”, dice Vidal Suárez.
A lo largo de 10 años, el Movimiento Antorchista ha organizado 10 torneos nacionales de basquetbol en Morelia, Michoacán. Sólo el año pasado participaron 84 equipos de diversos niveles y diferentes estados del país. En promedio, 930 basquetbolistas han podido medir sus fuerzas cada año. Para este 2016 se espera una afluencia de 15 equipos y alrededor de mil 600 basquetbolistas de 18 estados del país.
Además de eso, asegura la profesora, esta organización, una de la más grandes del país, impulsa la creación de nuevos espacios deportivos que están a la disposición de la gente pobre, “ejemplo de ellos es lo que se ha hecho en mi municipio”, dice.
Y continúa: “hace poco fui a Chimalhuacán y me dí cuenta que ya está todo cambiado, los escenarios para realizar deporte eran pocos y de muy mala calidad; ahora ya se ven mucho mejor y hay más espacios deportivos”.
En Michoacán, por ejemplo, se ha construido un complejo deportivo que también da acceso a personas de escasos recursos económicos. Este centro del deporte lleva por nombre Unidad Deportiva Wenceslao Victoria Soto, ubicada en la colonia Tierra y libertad de la capital michoacana. Samuel Aguirre Ochoa, responsable de la comisión deportiva nacional del Movimiento Antorchista, dijo que durante más de 42 años han gestionado recursos a través de presidencias municipales y los diputados federales antorchistas.
La edición número 11 de este encuentro nacional del basquetbol se llevará precisamente en las canchas de basquetbol del centro de deporte michoacano, los días 24 y 25 de septiembre.
“A mi me parece muy bien que se hagan estos encuentros”, dice Doña María Soledad a las afueras de la Unidad Wenceslao. Está esperando a que su pequeño termine de entrenar con su equipo pues el dìa de la competición se acerca. “ahora que ha estado practicando deporte lo veo diferente, no sólo más fuerte, sino también más bueno, se ha alejado de la vagancia”, dice sonriente.