En mayo pasado el albergue Hogar de Ángeles ubicado en Mérida, que apoya a niños con cáncer y sus familias brindándoles un lugar para quedarse durante su tratamiento, así como apoyo para la gestión de quimioterapias y tratamientos relativos a esa enfermedad, presumió la visita de un representante del Gobierno de Quintana Roo.
Quien representó al Gobierno estatal en esa visita de cortesía fue un tal Fernando Muñoz Calero, un joven de la socialité meridana con cero antecedentes en el servicio público y ningún tipo de arraigo o nexo con Quintana Roo, lo que despierta suspicacias.
Y es que Muñoz Calero sale de la nada, pues en un rastreo intensivo en Internet no existen mayores antecedentes, más allá de que estudió en una universidad católica y alguna participación en eventos sociales.