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El ex rector de la UPB, utilizó facturas de productos difíciles de comprobar para justificar faltante de cinco millones de pesos que ocasionó desajuste presupuestal el último semestre del año pasado.
Juan José Hernández Solís, secretario Académico de ese Instituto, afirmó que cuando la actual rectoría se hizo cargo, encontraron un desfalco de cinco millones de pesos y facturas que amparaban productos como es el caso de 500 litros de cloro y 50 botes de pintura, por citar algunos ejemplos.
Se encontraban imposibilitados para pagar la nómina de 41 maestros que estaban a punto de renunciar porque se les debían varias quincenas y para pagar la Manifestación de Impacto Ambiental del terreno donde se construye actualmente el Centro de Información y Cómputo, entre otras irregularidades.
Erogaciones importantes puesto que los maestros estaban a punto de renunciar, lo que significaba perder el último cuatrimestre para los alumnos y la MIA porque sin ello se hubieran perdido los 18 millones de pesos para construir el edificio en proceso, aseguró.
Indicó que pudieron solventar las necesidades de ese período, mediante gestiones ante el gobierno del estado, aunque todavía siguen arrastrando problemas financieros producto de ese faltante, aunque en menor proporción, que irán resolviendo los meses subsecuentes.
Una de las consecuencias de la falta de recursos durante el período de septiembre a diciembre del año pasado, fue que se dejaron de realizar actividades académicas por falta de presupuesto.
Trascendió que la Auditoría Superior del Estado de Quintana Roo (Aseqroo), mantiene abierta una investigación por el faltante de cinco millones de pesos en la cuenta pública de esa institución; además está siendo observada por las comisiones de Educación y Hacienda del Congreso del Estado, que realizan indagatorias para determinar el destino de esos recursos.
