En la calle Insurgentes, ubicada en el centro de San Gregorio, Xochimilco, una pareja de abuelos de 72 años quedó atrapada bajo la losa de una construcción después del sismo. Lograron salir a rastras por un pequeño espacio que quedó libre.
Sin embargo, debajo de los escombros, prevalece un tesoro “de valor incalculable”: la biblioteca del señor Jaime Pérez, con la investigación que durante décadas ha hecho sobre la historia del pueblo.
La mañana del 19 de septiembre, Jaime y su esposa Ángela Enríquez encontraron un grupo de tlacuaches bebés en el patio de su casa. Los llevaron al veterinario y después comenzaron sus tareas cotidianas: él con sus labores de investigación y ella a las del hogar.
© Proporcionado por Animal Político “Entonces yo le fui a preguntar a Jaime que si ya le había dado de comer a los tlacuaches y que qué quería de comer. Me sirvió tantito refresco en un vaso y entonces vi cómo una de las figuras que tiene colgadas en la pared se empezó a mover poquito, y le dije ‘está temblando’, él me dijo ‘vamos a salirnos’, pero ya no alcanzamos a salir”, relató.
La mujer cayó por el movimiento del piso y su esposo se detuvo para sostenerla, “y ni siquiera nos dimos cuenta cuando se cayó la losa”. Mientras estaban atrapados, un vecino pasó por el lugar, así que le gritaron que los ayudaran a salir.
“Inmediatamente el señor se regresó, empezó a quitar piedras y mi esposo puso salir. Yo me quedé tirada y, poco a poco, salí a gatas”, narró la mujer, que sobrevivió al desplome de la biblioteca sin lesiones, únicamente con un rasguño en la frente.
Ángela y Jaime perdieron su casa, ubicada en San Gregorio, frente al inmueble en el que quedaron atrapados, pero están contentos. Para ella, “esto fue un milagro”.
“Todo está ahí guardado”
“San Gregorio se fundó en 1559, cuando lo dan como patrono universal”, cuenta Jaime, quien rememora la historia de su pueblo, donde hoy un número indeterminado de casas se encuentran en ruinas y la iglesia perdió el campanario por el sismo del pasado 19 de septiembre.
Desde hace 60 años, este hombre se ha dedicado a coleccionar objetos prehispánicos que halló en terrenos de siembra del pueblo y a investigar el origen de los vocablos que dan nombre a los diferentes ejidos de San Gregorio Atlapulco.
En el acervo de Jaime están los planos de la iglesia del pueblo, planos de los ejidos, vestigios prehispánicos, fotografías, más de tres mil libros (algunos del siglo XIX) y algunas figuras de papel en forma de “Catrinas”. Ahora todo se encuentra sepultado debajo de la losa de la edificación con más de 100 años que Jaime usaba como biblioteca. “Todo está ahí guardado”, dice con resignación.
Y es que, cuenta, este domingo 24 de septiembre, personal de protección civil de la delegación Xochimilco acudió a ofrecerle “limpiar su patio”.
“Yo les dije ‘no me importa mi patio, lo que me importa es el valor cultural de ahí’ y se empezaron a reír. Les dije que se fueran”, contó.
Jaime tiene fe en que sus vecinos serán quienes se ofrezcan, de manera voluntaria, para ayudarlo en su siguiente labor: rescatar el material que quedó bajo los escombros.
“Ahorita lo que necesito es material, herramienta, picos y palas. Porque yo sé que la gente no me va a olvidar, al contrario, es la cultura de mi pueblo. Todos van a apoyar”.
Jaime y Ángela pernoctan en la casa de una de sus hijas, quien también es vecina del pueblo. Afortunadamente ellos, sus 18 gatos, 14 perros y dos de los tlacuaches que rescataron están bien. Los animalitos ahora están repartidos, algunos en refugios temporales, otros con familiares. Su casa será demolida en los próximos días.
“Necesitamos agua”
San Gregorio es la comunidad más afectada por el sismo en la delegación Xochimilco; sin embargo, otros pueblos de la demarcación han sufrido daños en construcciones y cortes en los servicios de suministro de agua.
En Xochimilco, Nativitas, Santa Cruz y San Gregorio, comunidades pertenecientes a la delegación, la gente tiene que acarrear agua en cubetas y tinacos desde algunos puntos a los que llegan pipas de agua para repartir el líquido.
Sin embargo, el problema no tiene que ver con el sismo: desde hace más de un mes, en la delegación se llevan a cabo reparaciones en las tuberías, por lo que los cortes de agua datan de tiempo atrás.
Pero ahora la situación apremia: se necesitan manos para colaborar quitando escombros, especialistas para evaluar si las casas en donde aún habitan algunas personas tienen condiciones para permanecer en pie o serán demolidas.
Por ahora, no se tiene certeza. En San Gregorio Atlapulco se consultó al personal de Protección Civil que labora en la zona, evaluando casas y determinando dónde y cuándo realizarán derrumbes, quienes dijeron que esos datos se darán a través de la delegación.
Mientras, en la plaza cívica del pueblo, los vecinos siguen acudiendo a registrarse en la lista que conforman todos los pobladores que tienen necesidad de que sus casas sean evaluadas.